Miley Ashley

De vuelta al pasado

Hembree_Continents
_Vine a limpiar mi conciencia_

~Narra Miley~

—¡Jesse! Espera no te marches todavía—Gritó Tee al vernos pasar frente a su casita.

—¿Qué pasa tío?

—Necesito hablar contigo a solas—Silencio neutral—Es un tema delicado.

Normal, eso me demuestra que sigo siendo la nerd.

Jesse me miró confundido y subí los hombros en plan no importa, intentando quitarle tensión al asunto, pero en el fondo me estaba picando el bichito de la curiosidad.

—Entra no te preocupes, te espero—Afirmé.

—No—Negó rotundamente—Creo que es un buen momento para que empieces a confiar en mí.

¿Qué?

—Bueno como quieras—Contestó Tee girándose en dirección a la casa.

Jesse entrelazó sus deditos con los míos y me mostró su perfecta sonrisa.

—¿Qué sucede, quién se murió?—Preguntó en tono de burla.

—No es quien murió Jesse, es quien va a morir.

Ay no, lo sabía. Todo era un plan para violarme.

¡Joder! ¡No quiero ser violada por un viejo verde!

¡MAMAAA!

—¿Qué carajos pasa tío?—Interrogó volviendo al estado frío y neutral que lo caracteriza.

—Hoy me encontré con Richard, ¿Recuerdas? Rl hijo de la familia argentina que hizo negocios con tu padre por la empresa.

—Sí. ¿Qué pasa con él?

—El comenzó a trabajar hace pocos meses en el Manicomio de Leggins, sabes que él siempre quiso ser doctor y está pasando las pruebas allá. Era buen estudiante por eso lo captaron para que trabajara allí.

—Tío y a mí que carajo me importa eso, que de delicado tiene eso para mí.

—Jesse, eso no es todo, Jane está ahí.

Jane, ¿Qué Jane?

¡Espera! ¡¿Qué?!

—¿Jane, como qué Jane, qué mierda dices?—Preguntaba mi chico confundido..

—Jesse, Jane no fue para España después del incendio, tus padres la metieron allí en contra de su voluntad, ella nunca mejoró después del incidente, por eso estuvieron tanto tiempo cuidándola, no mejoraba, se quedó traumada y eso le hizo mucho efecto a su vida emocional, ligando todos los sentimientos. Un día estaba feliz, pensando en su hija y al otro quería suicidarse. Después de varios intentos por quitarse la vida pensaron que era mejor llevarla para allí.

Simplemente las manos de Jesse comenzaron a temblar, al igual que las mías.

Mis ojos tomaron un brillo de ira, rabia, tristeza.

—¿¡Por qué cojones me cuentas eso ahora tío?! ¡¿Por qué carajos me cuentas esto ahora!?—Gritó eufórico y se lanzó con gran rapidez contra Tee, tomándolo por el cuello de la camisa estampándolo a la pared.

—¡Bebé, no por favor!—Grité alarmada y traté de frenarlo, pero me resultó absolutamente imposible frenar toda su ira.

—¡Entiéndeme carajo, no podía contarte nada, tus padres no me lo permitían! ¡Se que quieres a Jane como si fuera tu propia madre, pero los tienes que entender, no podía seguir cargando con una persona que no estaba reaccionando bien a sus capacidades mentales!