Måneskin_Torna a casa.
Una lágrima salada moja mi mejilla, mientras ella acaricia suavemente mi rostro con su mano.
~Narración~
2.15 p.m.
La tarde estaba fresca, soleada, pero sin calor intenso. Las calles se mantenían silenciosas mas de lo normal, todo estaba perfecto para seguir cayendo en el hueco emocional en el que estaba.
Y ahí estaba Jesse, sentado al borde de la piscina, sin camisa, con los pies metidos dentro del agua moviéndolos cuando salía de sus recuerdos y volvía al mundo normal, con la botella de alcohol hasta la mitad.
Dejó caer una lágrima de su húmeda mejilla al agua, observando detenidamente como hacía pequeños círculos al caer. Se secó el rostro con su pulgar y acarició su pelo hacia atrás mirando al cielo.
Suspiró y se paró al borde de la piscina tambaléandose, se dió un largo trago y dejó caer de sus manos la botella al suelo.
—Te amo Miley—Susurró mientras se tumbaba de frente a la piscina dando un gran zarpazo en el agua.
2:10 p.m.
El teléfono inalámbrico del salón sonó y Lina fue rápidamente a contestarlo.
—Casa de los Martínez ¿Qué desea?—Respondió.
—Buenas tardes, soy Roger Tee, el antiguo chófer de la familia Martínez en Argentina, usted debe ser la nueva mayordomo.
—Sí, la misma, ¿En qué puedo ayudarle? Le comento que el Sr. y la Sra. Martínez no se encuentran, están para la empresa.
—Sí, me lo imaginé, solo quiero hablar con Jesse.
Lina giró la cabeza y ahí estaba Jesse sentado en el borde de la piscina.
—Oiga, creo que no es un buen momento para hablar con él, está un poco... mal.
—Sí, sí, ya se eso, y por eso justamente lo llamo. Solo dígale que Miley está aquí conmigo en el Russell, que sí no la quiere perder esta es su última oportunidad. Bueno y la dejo que estoy como a dos kilómetros de mi casa en plena carretera en una gasolinera antigua, aún no se como estos teléfonos funcionan.
Lina colgó y se dirigió al patio a contarle a Jesse, pero cuando salió ya no estaba, solo la botella tirada de lado saliéndose un poco de bebida.
—¿Dónde estará este niño?—Se preguntó mirando las ventanas de la habitación desde abajo pero no sentía que estuviera allá arriba.
Solo cuando de acercó a la piscina logró ver la horrible escena. Jesse estaba boca abajo en el agua, ahogándose sin síntomas de vida, dejándose morir cruelmente.
—¡Mierda! ¡Jesseeeeeeeeeeeeeee!—Gritó Lina desesperada quitándose los zapatos.
Se lanzó al agua, pero no sabía nadar, así que se agarró al borde de la piscina y con la otra mano trató de acercarlo a ella tomándolo del pie. Cuando lo tuvo cerca se zambulló y puso su hombro en el abdomen del chico levantándolo hasta que lo logró subir.
Salió del agua y se puso de lado haciéndole respiración boca a boca y reanimación cardio pulmonar (RCP).
Después de varios intentos y de darle varias cachetadas sobre todo por el nerviosismo, el chico comenzó a toser, soltando poco a poco todo el agua que había tragado.
ESTÁS LEYENDO
Miley Ashley
Teen FictionMiley Ashley ha vivido toda su vida con el resentimiento y la culpabilidad de pensar que mató a su madre meses después de su nacimiento debido a un paro respiratorio. No tuvo la culpa de nada, simplemente murió por sucesos básicos de la vida, donde...