Sis Love me

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Jon Morrow_1999.
_Llévame de vuelta al 99_

~Narra Miley~

Tomamos un taxi hasta la mini mansión, Jesse pagó y yo corrí hasta el baño con unas ganas interminables de ducharme.

Al igual que la antigua casa, esta también tenía un baño en la habitación de Jesse, así que tomé rápido mis cosas y entré a ducharme.

Sabía que si esperaba a Jesse terminaremos haciendo cosas... algo indebidas y estaba demasiado cansada, aunque un polvo acuático no le viene mal a nadie.

Okey, necesitas enfriar esas hormonas.

Un poco más relajada me puse una braga blanca, al igual que un pulóver Kawai de Jesse con un gatico negro.

Sin duda esa jodida mezcla de gustos que tiene era extremadamente adorable, puede pasar de ser tierno a salvaje, de romántico a rockstar, toda una compilación de tonalidades mentales.

Me paré delante del espejo y me sequé el cabello, el mix de olores entre el shampoo y acondicionador era maravilloso, respire y me deje llevar por la sensación cerrando los ojos cayendo en un estado vegetativo. Hasta que mis tripitas comenzaron a gruñir.

Toqué mi panza y el hambre me consumía, no había comido nada hacía más de quince horas, era obvio que mi cuerpo se quejara.

Cuando bajé estaba Eduard en la cocina junto a dos chicos casi de mi edad.

—Disculpa por llamarte a esta hora, es que te necesitamos con urgencia, creo que eres de las pocas que confió para esto—Dijo Eduard.

—No se preocupe señor, para mí será un placer—Respondió la chica.

Al bajar las escaleras todas las miradas cayeron en mí.

Activar modo invisible.

—Oh, hola Miley, mira te presentó a la nueva ama de casa—La señaló.

—No me diga así, señor, seré simplemente su sirvienta, ese nombre me queda muy grande, además nunca le quitaría ese puesto a su esposa—Sonrió nerviosa.

—No, para nada, eso de sirvienta es demasiado profesional, tu eres de la familia y lo sabes.

—¿Y yo qué?—Preguntó el chico cruzando los brazos molestos.

—¡Para nada Ángel, sí a ti te amamos!—Sonrió Eduard.

—¡Más les vale!—Alzó su rostro victorioso e inmediatamente cambió su miraba hacia mí—Hola pequeña, soy Ángel y ella es mi hermana.

—Soy Samy—Contestó—. Mucho gusto— Ofreció su mano y correspondí el saludo.

—¿Tú debes ser la nueva novia de Jesse?—Peguntó el chico.

—Sip, así es.

—Eres preciosa, incluso más de lo que tú suegro te describía.

—Gracias—Contesté nerviosa mirando a Eduard que sonreía.

Ángel:
1.70 centímetros de longitud, ojos verdes, labios gruesos, de piel morena, sin mucho cabello.

Ese niño mimado súper lindo que quieres tener en tu vida, cariñoso, atento, de los que se despierta una hora antes y te lleva el desayuno a la cama.

Samy:
1.65 centímetros de longitud, ojos negros, labios gruesos, cejas perfectamente definidas, piel morena, cabello largo carmelita rizado, perfectamente peinada y dos motonetas caídas en cada hombro.

Miley AshleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora