Miley Ashley

Cena familiar

Elvis Presley_All shook Up.

_Sus labios son como un volcán cuando hace calor_

~Narra Miley~

La tarde transcurrió tranquila, pero bastante divertida para mí sorpresa. Pesaba que sería la típica reunión familiar de millonarios, a solo beben champagne, escuchan música suave y hablan de negocios.

Salimos todos a la piscina y nos sentamos en las sillas de plástico blancas, debajo de las sombrillas para cubrirnos del sol. Hasta Lina aveces nos acompañaba.

—¿Así que me aislo en un lago, me vuelvo alcohólico y nadie se acuerda de mi?-Preguntó Tee frunciendo el seño, recostado a la puerta de salida con las manos en los bolsillos de su pantalón.

—¡Hijo de puta! ¡El mismísimo Rogert Tee! ¡Pensé que te habían metido en prisión!—Sonrió Eduard levantándose de su asiento abrazándolo.

-Na, tu mujer era la que no me dejaba salir de la casa, ya sabes lo romántica que se pone cuando está con un hombre de verdad.

Silencio rotundo.

—Ay Rogert, ¿No te cansas de joder a mi marido no?—Se levantó Laurent y lo besó en la mejilla.

Me giré lentamente hacia mi chico que estaba a mi lado y me sonrió de vuelta negando con la cabeza.

—¡Casi me lo creo cabrón!—Sonrió nervioso Eduard, sacando un pañuelo pasándolo por su frente.

¡JAJAJA! ¡¿Nervioso Sr.?!

—Joder, que sexy estás-Dijo Jesse abrazándolo dándole una nalgada.

—En serio, ¿No creías que iba a venir vestido como Rick Cluun no?

—¡Eres un puto alcohólico, que más te podría pedir!—Sonrió mi chico.

Tee estaba vestido con un pantalón de tela negro y una camiseta blanca metida por dentro y unos zapatos Versace. Era verdad que parecía un jodido Sugar.

Saludo a todos y al igual que mi suegro, se quedó perdido en los ojos de mi tía. Hizo una reverencia y besó su mano derecha.

—Hermanito, ni lo intentes, que ya toque esa puerta, pero no hay nadie en casa—Sonrió Eduard.

—No te preocupes, soy paciente—Susurró con voz seductora sin quitarle la vista de encima.

—¿Quién sabe? Quizás haya alguien en casa esta vez—Respondió Meave con una sonrisa a boca cerrada.

¡¿QUÉ?! ¡MÍ TÍA SEDUCIENDO!

Miré rápidamente a Vero y estaba sorprendida al igual que yo.

Okey, no es malo, joder, que debe llevar unos 5 años desde que salió embarazada de Lili, o bueno, capaz que haya tenido un polvo rutinario del cual nunca nos enteramos.

♤°○°♤

Así pasamos el resto de la tarde, Tee siendo el centro del mundo, contando sus locas historias y su vivencia en el lago. Hasta que alrededor de las 7 p.m. Lina afirmó que la mesa estaba lista para cenar.

Todos estabamos repartidos por pareja en la mesa. Eduard en la punta y el tío Tee en la otra, Meave, Lili, Verónica y Laurent, al otro lado de la mesa, Lina, Grace Jesse y yo.

No había hablado nada con Grace, ni la miré en toda la tarde, incluso bajo rato después de que Tee llegara.

Todo iba muy bien hasta que la jodida mente de mi novio lo jodió todo, dejó reposar su mano en mi muslo, pensé que sería un acto de cariño así que le tiré un beso y tomé un sorbo de vino.