Miley Ashley

Familia disfuncional

Pol Granch_No pegamos.
_He vuelto a pecar por no serte claro, por no consolarte en momentos raros, tú eres tú, yo soy yo, pegamos mucho pero separados_

~Narración~

Jesse se despertó para ir al baño fuera de la habitación, no quería usar el suyo para no despertarla.

Observó su reloj que marcaba lentamente las tres de la mañana y su chica seguía encima de él. No se podía creer que un momento tan simple como ese se convertiría a partir de ese día en su favorito. Grabaría en su mente cada recuerdo, cada encuentro, cada momento que pasara con ella.

Sonrió cariñosamente mordiendo su labio inferior. Con cuidado sacó su brazo derecho que seguía atorado debajo del cuerpo, apoyó la mano libre en la cama y salió del tan enrredado pero precioso momento.

Miley dejó salir de sus labios un leve ronroneo, inconscientemente su mano seguía buscando el calor que hace unas milésimas de segundos la estaba protegiendo. Cansada de luchar rasgó la almohada que tenía cerca de su rostro y la abrazó poderosamente, la apretó, suspiró y abrió su boca soltando un ronquido.

Jesse entró al baño bostezando, se situó frente al espejo del lava mano observándose todo despeinado.

-Joder, que feo eres coño, ¿No se qué carajos vió esa chica en ti?

Dejó que su organismo reproductor masculino hiciera todo el trabajo, mientras él seguía bostezando y rascando su cabeza.

-¡BU!-Grito Grace, atacándolo por la espalda mientras caminaba por el pasillo de regreso a su cuarto.

-¡Hija de puta!-Se sobresaltó sorprendido dando un saltito en el lugar-. ¡Coño Grace! ¡¿Cuántas veces te tengo que decir que no me gusta que me asustes?!

-¡¿Por qué carajos sigues diciéndome Grace?!-Chilló molesta.

-¡Shuu! ¡Calla, no hagas ruido!-Susurró tapándole la boca a su hermana, quedando su cuerpo a centímetros del otro.

-¡¿Qué te pasa?!-Se desprendió del agarre-. ¿Tienes a alguien en tu cama y no me quieres contar?-Frunció el seño esperando alguna respuesta objetiva.

-No, no es eso-Desvió la mirada-. Solo me duele la cabeza.

Grace sonrió hipócrita y negó con la cabeza.

-Hermanito, hermanito-Dijo arrastrando las palabras-. ¿Por qué te empeñas en engañarme? Te conozco mejor que cualquiera en este mundo, mejor que nuestros padres e incluso que cualquiera de las chiquillas que llevas a tu cama.

-Eso es mentira-Trató de defenderse.

-Sabes que sí, Jesse joder. Sé perfectamente que cuando ocultas algo o estás nervioso tu mirada automáticamente se aísla a un punto x de la sala. Sé que tienes déficit de atención, y que duermes como una oruga debajo de la colcha porque le tienes miedo a la oscuridad-Explicó orgullosa.

-Bueno ya, y ¿Qué te importa? Déjame seguir-La apartó pero esta clavó la uña del dedo índice en su mano.

-¿Por qué no me invitas Tobi? Así la pasamos bien los tres, como en los viejos tiempos-Susurró cerca de su cuello erizándole la piel.

-No seas asquerosa Grace-Giró la cabeza evitando cualquier tipo de contacto.

Sabía mejor que nadie que su hermana tenía un control total sobre él, era la única que lo entendía, que le gustaba sus mismos gustos. Simplemente Jesse creó a Grace a su forma, a su propio estilo, convirtiéndola en su esclava sexual, y ella se aprovechaba de eso drásticamente.