Día. 25. La cabaña.

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Esa mañana Azura alistaba todo lo necesario para salir, tomó algo de dinero para comprar algunas cosas que le faltaban; ella de verdad se sentía feliz al saber que pasaría un día entero con Sho, lo único que no estaba enterada a qué lugar la llevaría. Su móvil timbró un par de veces, sin demora se fijó que era un mensaje.

“¡Hola Azu! Espero que la pases bien con Sho y tranquila que Mika san esta de tu lado… así que amiga se feliz y disfruta del momento”

Una sonrisa se dibujó en los pequeños labios de la chica; la voz de Sho la hizo despegar la vista de la pantalla del celular.

_ ¿Estás lista? –dijo Sho asomando la cabeza por la puerta.

_ ¡Sí! Ahora bajo. –sin demora tomó su maleta y salió.

De verdad ella necesitaba un momento de paz y tranquilidad, al salir un auto todo terreno la esperaba junto con Sho. Sho le dedicó una cálida sonrisa.

_ Ven coloca esto acá. –indicó él abriendo la maletera. –yo te ayudo. Dijo sujetando el bolso pesado.

_ Gracias. –expresó Azura con emoción.

Y por qué no he de estar emocionada si tendría a Sho para ella sola todo un día y una noche. Ella y Sho juntos, eso le aceleraba el corazón. Azura miraba atentamente como el auto se alejaba de la ciudad; mientras enormes árboles comenzaban a cubrir el inmenso espacio del despejado cielo.

Después de una hora de andar por la interminable carretera, el auto se desvió por un camino de graba, donde una gigantesca verja se imponía ante ellos.

_ Buen día. –saluda un señor mayor. –Sho le mostro la tarjeta de reservación. – ¡Bienvenidos! –dijo con una sonrisa.

_ ¿Qué lugar es este? –dijo Azura mirando perpleja. –es ¡Hermoso!

Sho la miró por el rabillo del ojo.

_ Yo sabía que te gustaría, por eso decidí elegir este tranquilo lugar.

_ Y ¿Dónde nos hospedaremos? –Azura no salía de su asombro; aquel lugar de verdad le fascinó y ya quería salir de ese auto y dar una vuelta por los alrededores.

_ Ya verás. –le dijo confiado.

El auto se detuvo al frente de una linda cabaña rústica, un lindo jardín la rodea y un lindo porche con un banco colgante repleto de cojines, no había nadie más que ellos dos en ese lindo lugar, Azura salió del auto rápidamente, corrió hasta el porche de la cabaña y se dejó caer sobre el banco.

_ ¡Es perfecto! ¡Me encanta! –dijo emocionada. –ven toma asiento conmigo. –indicó dando un ligero golpecito al banco.

Sho con una sonrisa llegó a su lado, se sentó y pasó su mano sobre los hombros de Azura atrayéndola hacia él, de inmediato Azura se sonrojó no se esperaba tan reacción.

_ Aquí sólo somos tú y yo… nadie más. –y sin más presiona sus labios sobre los de Azura.

Azura respondía a aquel sutil y apasionado beso, sus manos subieron hasta su melena, Sho se alejó unos centímetros y besó su frente.

_ Eres tan linda que a veces pienso en devorarte toda. –Azura lo miró sorprendida.

_ ¿De… devorarme? –de inmediato la chica cogió uno de los cojines y se lo lanzó a la cara. – ¡Pervertido! – rápidamente se levantó y entró a la cabaña.

¿Cómo podía él decirle esas cosas? Ella no es una mujer cualquiera, ella no sabe nada de esas cosas relacionada con el amor.

_ ¡Qué pasa si el me pide… No, no, no! – ¿Qué tipos de pensamientos eran esos? Sho no sería capaz de pedirle tal cosa, además ella no está preparada para eso.

ENAMORADA DE UN SHINIGAMI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora