Día. 16. Novio falso.

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 El sonido del timbre le pareció agonizante, ya no había vuelta atrás, sólo quedaba afrontar esa pesadilla. El ruido de la puerta al abrirse la hizo sobresaltarse ligeramente; vio como la puerta de abría lentamente.

_ Buenas noches. Pasen que los señores los esperan. – Azura al estar adentro sintió temblar todo su cuerpo. – por favor entrégueme sus abrigos. – la voz de la mujer la volvió a la realidad.

Aquel salón se había vuelto más grande y oscuro. Todo a su alrededor estaba nublándose y el aire estaba pesado, difícil de respirar; de nuevo Sho tomó su mano. 

_ ¡Bienvenidos! ¡Oh mi linda hija! – Sho lo miró con cuidado estudiando sus facciones; a pesar de tener el cabello rubio era muy parecido a Azura. Su mirada, sus extrañas muecas eran muy similares a las de su padre.

_ ¡Padre! Él es mi novio... – hizo una pausa; aquello le costaba un montón. – Sho. – el hombre lo miró y luego le sonríe extendiéndole la mano.

_ ¡Un gusto conocerlo jovencito!  

Azura abrazó a su padre y éste respondió de la misma manera.

_ Estoy feliz de saber que tienes alguien que cuide de ti cuando yo no este. – dijo con un tono melancólico.

Ella sentía que su corazón se encogía por aquellas palabras. El hombre se separó de si hija y miró a Sho.

_ Disculpa joven no me he presentado todavía. Aarón, para servirle. – extendiendo su mano, a la cual Sho acepto.

_ Es un honor.

_ Bueno tomen asiento. Vamos ¿Desde cuándo están saliendo? – Azura dirigió su mirada a Sho.

_ Bueno señor para ser exacto quince días. – la expresión de Aarón era de sorpresa. – pero siento que nos conocemos de por vida.

Azura tomó aire al ver que las últimas palabras de Sho tranquilizaron a su padre.

_ Eso espero. Mi hija es toda para mí. – en ese momento entraron su madrastra y su hijo. El ambiente se volvió tenso.

_ Buenas noches. – dijo con una falsa sonrisa en sus labios. - ¿Así que este es el novio de mi querida hija?

Sho hizo una reverencia al verla entrar al igual que Azura. Mina la miró con desprecio, le enfermaba ver a esa mocosa.

_ Me alegro mucho por ti mi dulce Azura. – dijo Aarón. En  ese momento entró Iori.

_ ¡Imootosan! – agregó Iori, haciendo una mueca de burla. – Así que mi linda Imootosan ya sea toda una mujer. – finalizó lanzándole una mirada de odio a Sho.

Azura sintió la sangre arder de la rabia que le producía que Iori la llamara de esa manera. Ese bastardo jamás la vio como una hermana o algo parecido. Esos minutos fueron agonizante, al escuchar a la estúpida mujer hablar de las cualidades de su pervertido hijo.

_ Lo más triste es ver a nuestra pequeña Azura desperdiciar su vida sin obtener estudios superiores. – desvió la mirada hacía Sho. - ¡Oh joven! Aun no conoces a la verdadera Azura, una chica corriente y grosera. – dijo mostrando una sonrisa fresca.

Sho miró asombrado a Aarón al ver que no se inmutaba por las palabras fuertes y acusadoras de su esposa. De repente se fijó que Azura estaba inmóvil casi sin respirar, así que sujetó su mano para hacerle saber que no estaba sola. No sabía que es lo que estaba pasando, lo que estaba sintiendo, pero en ese momento un sentimiento de querer proteger a esa mocosa lo invadió, era tan injusto que su padre sólo se quedará allí con la mirada perdida mientras esa mujer escupe sapos y culebras por la boca.

ENAMORADA DE UN SHINIGAMI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora