Día. 14. Reencuentro.

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_ ¡Azu! ¿Me estas escuchando? – dijo Aya sujetándola por el brazo.

Azura se giró, pestañeo un par de veces.

_ Disculpa estaba pensando. No fue mi intensión ser grosera contigo. – indicó. Su rostro denotaba que no había dormido bien.

Aya sabía que lo de ayer no fue fácil, su pobre amiga había dado su corazón a ese bastardo y él le causo un daño profundo. Se acercó a ella y la abrazó.

_ No tienes nada de qué preocuparte. ¿Sabes? Se me ocurrió una idea, porque no salimos a beber un poco y a liberar toda esta tensión acumulada.

Azura la miró extrañada ¿Salir? ¿Beber? Nada de esas cosas solía hacer, pero bueno hay que liberar estrés de alguna manera, también sacarse a ese idiota de Thomas de su mente.

_ Está bien. Salir no me caerá nada mal. – dijo con una sonrisa.

_ ¡Así me gusta! Esta vez iremos tú y yo.

_ ¡Yo también quiero ir chicas! – las dos jóvenes al escuchar se giran.

_ ¡Mika san! – dicen las dos a un solo son.

Mika llego a ellas y le sonrió. – también necesito animarme un poco, además mañana trabajamos es en la tarde así que a celebrar en la noche.

Azura le sonrió abiertamente.

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Sho caminaba por los largos pasillos del castillo, él necesitaba hablar con  su tío sobre ese asunto. Sin demora llego a un salón blanco, en las paredes sólo había detalles en dorado, al igual que los dos sillones a su derecha y una pequeña mesa de cristal y al frente una enorme ventana con vista a la ciudad.

El Olimpo estaba más tranquilo, todo lucia sereno y silencio allá afuera. Las calles están un poco más vacías, aquello le relajaba. Unos pasos interrumpieron su paz.

_ Bienvenido Sho. – dijo Ru de mala gana como siempre. – su majestad te espera.

Sho lo miró de arriba abajo y siguió su camino.

Una enorme puerta se abre, Sho dio un paso adentro.

_ ¡Oh que alegría ver de nuevo a mi querido sobrino! – dijo el anciano llegando a su lado. –  estoy satisfecho con tu trabajo tan impecable como siempre.

Sho suspiró y se desplazó hasta la ventana.

_ Tío ¿Por qué no me lo dijiste? – dijo por fin después de tanto pensarlo. El hombre dio un paso al frente.

_ Ya sabes la respuesta. No quería que esa información arruinara tu objetividad. – dijo con una voz tranquila.

_ ¡Pero tío! – se detuvo y luego continuo. - ¡Ella es la hija de esa mujer! No quiero proteger nada que venga de ella, sabiendo que por su culpa mi padre está muerto. – Sho se dio la vuelta y se sentó en el sillón.

_ Tu padre lo pidió así, esa fue su última voluntad y no puedo ignorarla. Tú sabes que representa ella para los Ghost no lo olvides. – Sho se colocó de pie y lo miró directo.

_ Entonces la única forma segura de que ellos no la obtenga es borrándola de este mundo. – su voz sonó ronca y distante.

_ ¡Qué cosas dices! Tu padre no lo deseaba así. – dijo bajando la voz.

Sho por un momento pensó ¿Por qué su padre era tan amable con esa mujer? Y fue allí que notó algo extraño.

_ No me digas que él y esa mujer… – sus palabras se quedaron allí.

ENAMORADA DE UN SHINIGAMI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora