_ Ven mi niña. – decía una mujer de cabello oscuro. Azura miró a los lados buscando a quien le hablaba aquella mujer que le parecía tan familiar. – Vamos Azura. – dichas palabras le produjeron un escalofrío en el cuerpo.
Giró la vista a los lados reconociendo el lugar donde se encontraba… aquella casa, aquel jardín era exactamente igual a su casa en Londres. Entonces notó que aquel lugar era su hogar, su familia, lo que tanto añoraba dentro de su corazón.
De sus labios salió un susurro casi inaudible.
_ Ma… mamita. – dijo al borde de las lágrimas. - ¡Mamá! – sin demora corrió a los brazos de su querida madre.
Todo su cuerpo se sentía tan liviano, era la sensación más maravillosa que podría existir, una lágrima se escapó de sus grandes ojos.
_ Mamá… te extrañe. – articuló la joven mostrando una sonrisa.
La mujer sólo se limita a acariciar su cabeza. Ella no podía creer lo que estaba viendo; ¡Estaba de vuelta en su viejo hogar! El lugar donde compartió los pocos recuerdos de su madre y su padre, todos juntos sonrientes y muy felices.
Aquella mañana había sido la mejor de todas desde hace mucho tiempo, ya no se sentía sola y triste ahora era diferente.
Su madre estaba preparando la merienda mientras ella la esperaba en el jardín, estaba tan ansiosa por verla y tenerla cerca de nuevo.
De repente notó algo extraño ¿Cómo es posible que ella no entrara a la casa? Entrelazó sus manos, nerviosa algo le decía que no lo hiciera, pero en su mente no recordaba cómo era la cocina. Sin tardanza se colocó de pie y llegó hasta la puerta elevó la mano y la bajo; no sabía que hacer tenía miedo de que aquello fuera sólo un sueño más.
De pronto un frío embargo su cuerpo y todo se tornó oscuro, giró la vista; ya no estaba en su casa sólo la rodea una oscuridad infinita. Si demora corrió si parar y en ningún momento vio luz, no había nada solamente ella sumergida en la nada.
_ ¡Mamá! – vociferó sin control. - ¡Mamá, mamá! – dijo quebrando en llanto.
__________________________________________________________________
_ ¡Sho has algo! – dijo Aya casi loca por la angustia. - ¡Azura, Azura, despierta! … Despierta por favor. – articuló. Aya sentía como las lágrimas humedecían sus mejillas.
Todo aquello era injusto; su amiga no era merecedora de todo esto. Azura era dulce y tímida, tal vez un poco solitaria y distante, pero eso no eran motivos para que ella cayera en ese estado.
_ Leo que recomiendas entonces. – dijo por fin Sho suspirando.
Leo llevó la mano a su mentón y comenzó a dar vueltas en la habitación.
_ Bueno, necesitamos algo o alguien que siga conectado a ella, que comportan un lazo, algo emocional… no sé un ser querido o enamorado que se yo. – dijo exasperado.
Aya al escuchar aquello caminó hasta Leo.
_ Yo sé quién nos puede ayudar, pero necesito sacarla de aquí. – meditó por un segundo. – ¡Ya sé en mi casa! La llevaremos allí, pero ¿Cómo? Bien llamaré a mi novio. – dijo sacando su celular.
Sho de inmediato se lo arrebato.
_ ¿Pero qué? – gritó Aya.
_ No quiero más humanos involucrados en esto, ya contigo es suficiente. – soltó un suspiro lento. – Leo toma a la chica que yo me encargo de Azura.
ESTÁS LEYENDO
ENAMORADA DE UN SHINIGAMI.
RomanceAzura, desde la muerte de su amigo ella puede ver a seres extraños y oscuros que rondar por las calles de Tokio, ¿Que sucederá cuando se encuentre con Sho un shinigami de alto rango? ¿Que sera de su vida después del encuentro? El horror la perseguir...