Día. 10. Las apariencias engañan.

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_ Azura… ¡Azura! ¿Qué pasa contigo? – escuchó la joven a lo lejos. Desde temprano su amiga no ha dejado de molestarla, preguntándole sobre lo que sucedió anoche con Thomas, la verdad ni ella misma lo sabe. Al parecer Sho le había roto sus planes de ser feliz. Si más soltó un suspiro buscando entre su mente confundida alguna pieza que encajara en su vida a partir de hoy ¿Qué escusa le daría a Thomas sobre su ojo morado? Y para terminar de completar la situación Sho la besó haciendo que su corazón se hundiera más en la desesperación. - ¿Amiga estás bien? – Azura levantó la mirada y una lágrima se derramó por su mejilla.

_ No… No sé qué pasa conmigo… - logró articular entre sollozos. Lo único que sabía era que su mundo se estaba desboronando sin darse cuenta. Aya la abrazó y en ese momento todos esos sentimientos afloraron dejando salir su llanto.

_ Azura será mejor que regreses a casa hoy no luces bien, necesitas descansar. – ella negó con un movimiento de cabeza. Azura sabía que aunque lo negara ella necesitaba ordenar sus ideas. Saber que su madre no era humana y haber cambiado de cuerpo con Sho y tener que enfrentar las consecuencias de ese evento la torturaba más de lo debido.

Lo único bueno que le sucedió fue despertar esta mañana de vuelta en su cuerpo, pero eso dejo muchos problemas que resolver.

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 Sho llego a aquel lugar desolado, donde lo único que reinaba era la soledad absoluta. En medio de la nada, entre montones de arenas y los aullidos del viento esta él esperando a Leo que al parecer tardaba más de lo previsto. Su mente estaba llena de lo que sucedió ayer pensar que él besaría a esa mocosa jamás le pasó por su cabeza, sólo sucedió y nada más, lo único que esperaba era que la chica no se aferrara a él. Una voz lo distrae rápidamente.

_ ¡Neeee! Me alegra ver que el grandioso shinigami del inframundo espere por mí. – dijo utilizando un tono alegre. Sho lo miró de reojo y le respondió.

_ No te ilusiones mucho con eso. Sólo vengo a informarte de lo me encargo mi tío aquel día. -  Los ojos de Leo se iluminaron al escuchar sus palabras.

_ ¿Y? – dijo emocionado. Sho caminó hasta un enclenque árbol y Leo lo siguió.

_ Mi tío tenía la razón esa chica sin duda es la hija de esa mujer, pero ella no lo ha tomado de buena manera y aún no ha querido tocar el tema. Así que debo cuidar de ella también.- dijo soltando un largo suspiro, no sólo tenía que luchar contra los Ghost, si no también hacer de niñera con la chica, su ánimo no estaba nada bien y saber esto lo hace insoportable. Leo se acerca y lleva su mano al hombro de Sho.

_ Bueno amigo mío, ordenes son ordenes imagínate que sucedería si esa niña estuviera bajo el control de ellos sería todo un caos. – Sho exhaló. – debe ser genial estar viviendo con una chica tan lida y mona. – dijo Leo llevando sus manos a la cara.

_ ¿Me hablas enserio? – indicó Sho con ojos de asombro. – No te dejes llevar por su dulce apariencia. En fin ya no quiero hablar más de eso. Será mejor que me marche no debo bajar la guardia así no más.

_ Ok. Nos vemos en otra ocasión. – se despide el chico desapareciendo del lugar.

Las cosas se estaban complicando para él, todo va a pasos agigantados y si se descuidaba mucho podría todo venirse abajo, y los ánimos no son los mejores, sería mejor dar una vuelta y ver qué es lo que planean esos demonios. Así que decidió volar sobre la cuidad, al parecer todo luce tranquilo y despejado, ya el sol comenzaba a ocultarse y las calles se estaba bañando de oscuridad.

Un grito irrumpió el silencio, fue tan desgarrador, Sho sabía que ese grito no traería nada bueno sin demora llegó al lugar en una de las calles del distrito Akasaka, vio a una chica con ojos de horror mirar hacia las penumbras, el chico desde arriba se percató que lo que se encontraba entra las tinieblas no es más que un Ghost Black. Su forma era muy semejante a la de una niña de primaria, la pequeña giró su cuello de una forma humanamente imposible aquel suceso hizo desmayar a la joven. Así que decidió bajar y encargarse del Ghost.

ENAMORADA DE UN SHINIGAMI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora