ENAMORADA DE UN SHINIGAMI.

Día. 20. Sentimientos.

_ ¿Azura me escuchas? –dijo Aya por tercera vez.

_ ¿Eh? Perdón no estaba prestando atención.

Aya se acerca y la miró con cierta preocupación, algo no andaba bien con su amiga.

_ ¿Qué piensas hacer hoy en la tarde? Yo saldré con mi lindo novio. –indicó llevando las manos a su rostro. Azura le dedicó una mirada. – ¡Vamos! Eres aburrida. Ve y aprovecha en pasar tiempo con Sho, tal vez se fije en ti de una vez.

_ ¿Estás loca o qué? –vocifera Azura. Aya fingió asombro.

_ ¡Oh! La niña molesta. – posó su mano sobre la cabeza de Azura. –ve; has que se dé cuenta de que eres valiosa. No se dale celos. –Azura suspiro.

_ No tiene nada que ver con él… es otra cosa lo que me preocupa. –dijo bajando la cara.

_ ¿Tiene que ver con lo de tu madre? –dijo la chica peli roja.

Azura afirma con un movimiento de cabeza. Ella no sabía cómo afrontar el miedo que se hacía camino en su interior. Su boca se sentía seca y amarga.

_ No sé qué hacer… todo esto me aterra. –logro decir.

Aya la abrazó para darle ánimos.

_ ¿Has hablado de esto con Sho?

_ No. –Aya no dijo nada más. Azura comprendía que su amiga no podía hacer nada más que escuchar sus temores y ansiedades.

____________________________________________   

Sho dejó salir un suspiro mientras volaba por la ciudad, la verdad ese día todo lucía muy tranquilo, llevaba así una semana; eso era muy sospechoso los Ghost seres que no pueden vivir sin la energía negativa de los humanos y de repente ya no se muestran, en ninguna hora.

Sho no tenía muchas ganas de seguir en ese vano intento, pero trabajo es trabajo, al igual que esa estúpida enana, él no podía sentir algo por ella, menos siendo la hija de esa maldita mujer. Una voz lo hizo girarse.

_ ¡Aaaah! Cuanto tiempo amigo mío. –dijo Leo con una sonrisa.

_ Me imagino que mi tío te mando. –articuló sin expresar emoción alguna.

Leo lo miró de reojo.

_ Esto es serio, será mejor que tengas más cuidado con ella. Él está muy tranquilo y eso no es bueno, algo trama. –la mirada seria de leo le produjo un escalofrío tremendo.

Si eso era cierto él debía tener más atención en Azura y ¿Si era su plan? Pensó por un momento.