El ambiente era asfixiante, la gente se agolpaba una sobre otra y recibió más codazos en sus costillas de los que le hubiese gustado contar, la música retumbaba en los oídos y en el pecho de Louis y, mientras esperaba sus bebidas apoyado sobre la barra del pub, maldijo entre dientes que Liam le hubiese mandado a por la ronda esta vez. Un grupo de chicas se abrieron paso entre empujones y se colocaron junto a él, llamando entre risas al indiferente camarero, demasiado concentrado en servir un espeso líquido rosa en vasos de colores.
Louis ni siquiera quería estar ahí, Liam había insistido en tomar una cerveza después del trabajo e iban a ir a un pub cercano, hasta que su compañero de proyecto los oyó y decidió apuntarse, arrastrándolos hasta ese lugar. Liam se había disculpado asegurando que él solo quería tomar algo tranquilo y charlar, pero aseguró que su compañero era agradable y que se lo acabarían pasando bien. Louis se limitó a sonreír para no decir lo que de verdad opinaba del plan.
El camarero se acercó de nuevo a Louis para recordar las bebidas que había pedido hacía un momento y tras levantar tres dedos y decir "cervezas" lo suficientemente alto para oírse sobre la música, se alejó de nuevo hasta donde estaban los tiradores de cerveza, acompañado de los gritos de las chicas llamando su atención. Louis lanzó una mirada de desagrado a las chicas mientras notaba como su móvil vibraba brevemente en el bolsillo de su pantalón. Un mensaje de Ethan:
¿Vuelves pronto?
Louis: Estoy tomando algo con compañeros del trabajo.
No quiero entretenerme mucho, pero no creo que me suelten pronto.
Ethan: Te dejo cena en el frigorífico. Diviértete ;)
Te espero en casa.
No supo el motivo, pero su estómago se encogió. Se había acostumbrado a tener a Ethan en su apartamento todo el tiempo, a que cocinase recetas nuevas dejando todo impregnado a un olor fuerte a especias, a las películas por la noche en el sofá y a que su ropa compartiera espacio en sus cajones, le había permitido entrar y quedarse, pero algo seguía sin encajar. Había algo en sus ojos que no encontraba.
El camarero volvió con tres pintas de cerveza y Louis extendió su móvil en el datáfono para pagarlas, las cogió entre sus dos pequeñas manos como pudo, se las pegó al pecho para hacer equilibrio y no se volcasen con el movimiento de las personas a su alrededor. Sintió una mano que le agarró con fuerza el hombro.
-Louis, colega te ayudo-era Wyatt, el compañero de proyecto de Liam, quien venía del baño. Lo dijo mientras se arrascaba la nariz con una mano y le hacía señas de que le pasara una de las pintas con la otra-, vas muy cargado.
-Sí, toma...que hay tanta gente que al final me las tiran al suelo...
Wyatt era un chico más o menos de la misma altura que Louis, con el pelo de color oscuro corto y un poco despeinado, que tenía unos ojos miel llenos de picardía y una sonrisa bobalicona en sus labios todo el tiempo. Louis no había coincidido mucho con él, lo conocía de pasada y sabía que pasaba mucho tiempo en la sala de té de la oficina, donde formaba corrillo con otros compañeros y hacia chistes tontos sobre cosas que Louis no perdía el tiempo en comprender. También sabía que le gustaba vestir con trajes hechos a medida, incluso a veces usaba marcas que Louis no se había planteado siquiera usar, además de un reloj caro que le quedaba un poco grande y un coche al que le gustaba acelerar para que el ruido del motor se oyera en toda la calle.
El chico cogió una de las cervezas y le dio un trago mientras caminaban hasta la mesa del fondo del pub donde estaba Liam sentado mirando su móvil.
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Let me inside | L.S. |
Фанфик"-Déjame entrar aquí-le dijo tocando su pecho con el dedo índice, justo donde estaba su agitado corazón-. Sólo déjame entrar y vivir ahí. No me alejes otra vez, porque no podré recuperarme una segunda vez." ··· Hace cuatro años que Louis no ha visto...