Let me inside | L.S. |

Capítulo 10

Louis tenía la cabeza enterrada entre papeles llenos de números e información sobre los contratos que llevaba a cabo la empresa, concretamente los que estaban relacionados con el proyecto de Cambridge. Pasaba las hojas con el ceño fruncido, buscando cualquier dato que le pudiera servir para aclarar la duda que se había alojado en su cabeza. No había dejado de darle vueltas a lo que Nellie les había recriminado.

En un primer momento pensó que todo se debía a una confusión, no era la única inmobiliaria que trabajaba en aquella zona de la ciudad, desde que el ayuntamiento había concedido el permiso de construcción en esos terrenos, muchas empresas se frotaron las manos con el negocio que aquello suponía. Cambridge estaba en continua expansión, muchos eran los jóvenes que acudían allí a estudiar y a trabajar, la influencia que ejercía la Universidad les permitía labrarse un futuro a aquellos que llegaban de todas partes del mundo. Por lo que sí, sabía que podía haber sido una confusión, que Nellie no supiera todo el negocio urbanístico que se generaba allí, por no decir que confiaba ciegamente en Liam, pero no podía deshacerse de la sensación de que algo no encajaba.

El problema era que se había unido al proyecto cuando estaba prácticamente hecho, ya se habían hecho los estudios de mercado y de terreno, se habían buscado los colaboradores, se había estudiado la proyección del área para los próximos años...incluso el acuerdo con los vendedores del terreno estaba prácticamente finalizado, Louis se había encargado de eso mismo en su primera reunión y en las posteriores, aunque aún no habían dado un sí definitivo. Al estar todo prácticamente hecho, se había perdido todos los detalles del proceso, por eso estaba intentando empaparse de todo el recorrido del proyecto para poder ver algún resquicio de duda. Pero no lo encontraba.

Respiró aliviado. Se recostó en la silla de su oficina y ladeó una sonrisa. Miró los papeles con más calma, sin ojo inquisidor, con un poco de culpabilidad por haber dudado de su equipo. Cruzó sus manos su regazo y cerró los ojos, dejando que el alivio lo invadiera. Sabía que podía confiar en Liam y en su equipo, eran buenos chicos y habían trabajado mucho para sacar adelante el proyecto, pensó en que debía invitarlos a unas cervezas, sobre todo a su amigo, quien se veía enormemente preocupado porque la duda cayera sobre él, completamente diferente a Wyatt, que se había dedicado a revolotear cerca de Louis con chistes absurdos y preguntas estúpidas. Aunque tenía los ojos cerrados, los puso igualmente en blanco exasperado por lo agotador que le resultaba ese chico.

Pensó en escribirle a Harry y contárselo, asegurarse de que no sospechaba que él pudiera participar en un fraude o que la empresa de su padre lo hiciera, ya bastante mala imagen tenía de este último como para añadirle eso. No sabía por qué, pero tampoco quería que sus amigos pensaran mal de él. Pero aún así no lo hizo, dejó su móvil dentro de su pantalón, no quería volver a recibir silencio por su parte.

Había estado a punto de saltar al vacío y arriesgarlo todo, de no mirar atrás. Pero él no respondió, él ya tenía su vida. Pensó que era mejor así.

Además, no había necesidad de repetirle algo que él ya sabía, que ellos no podían haber sido, no habían construido ni siquiera las casas, por lo que no podían haber contratado aún una empresa de tratamiento de maderas, eso era el paso siguiente, una vez que se confirmara la compra de los terrenos. Solo tenían los planos de los diseños de las futuras viviendas, habían contratado a unos colaboradores para presentar el futuro diseño... Louis abrió los ojos rápidamente y se incorporó en la silla, lanzándose de nuevo sobre los documentos.

Buscó el apéndice donde estaban los documentos relacionados con los colaboradores del proyecto, esos que había releído varias veces. Cuando estudió el proyecto por primera vez, en ese primer viaje en tren a Cambridge, había descubierto que se había contratado a unos colaboradores para presentar un diseño de que cómo serian las futuras casas, una forma de presentar las mejores calidades y una urbanización de viviendas de lujo, que ayudaría a los dueños de los terrenos a decantarse por ellos en su inversión. El proyecto había sido muy ambicioso y sabía que Liam se había encargado de presentarse como la mejor opción, los estudios de mercado habían mostrado un gran beneficio en su favor y había mimado hasta el último detalle para asegurarse de que ellos fuesen los elegidos para construir allí.