Despedidas o escritos. Los que te expreso cada día de mi vida, tal vez no desde que te conozco, pero sí llegué a hacerlo cuando comencé a sentir tanto que valía la pena confesarlo, porque un sentimiento no debería de ser retenido, debería de demostrarse, disfrutar del paisaje si te inspira; de esos que emboban y te hacen sacar el celular para capturarlo en la cámara y mantenerlo siempre contigo.
No se llama despedida por escribirte antes de irme a dormir, como si se tratase de un adiós. Tampoco se llama escrito porque se tratan de mis sentimientos hacia ti.
Se llaman así porque en cada uno de ellos puedes encontrar secretos. Secretos que una vez que se plasman, ya no hay vuelta atrás.
Es permanente. Imborrable e inolvidable. En cualquier momento puedo pasar por uno de ellos. Por ejemplo; cuando necesite recordarme que sentí y que hubo alguien que me generó un amor de fantasía, dejándome perdidamente enamorada con su personalidad desde el primer momento.
De eso se trata:
De algo más que letras, un recordatorio para toda la vida. Que algún día, recordándote, busque una de las despedidas y me diga «fue real».
Es una despedida sin tratarse de un adiós. Es un escrito sin tratarse de una expresión.
Es un recuerdo, que para cuando te busque logre encontrarte.
Sin fallar en el intento.
Un recuerdo para toda la vida: tú.
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La Noche Estrellada de Dos Espejos ✓
Short StoryEs una despedida sin tratarse de un adiós. Es un escrito sin tratarse de una expresión. Es un recuerdo, que para cuando te busque logre encontrarte. Sin fallar en el intento. Un recuerdo para toda la vida: tú. Nadie sabe que necesita a una persona h...