Capítulo 48

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Narra: Ana.

No comprendia nada de lo que sucedía, ni siquiera sabía quien era la chica que avia llegado. Debe de ser alguien importante, ya que la atención de todos se dirigió deimediato a ella, Jesse la sacó de la casa.

Lucia enojado, y por lo visto no le agradaba nada la aparición de la chica misteriosa, pero mi celular sono. Indicándome que todo mi mundo se caería en pedazos.

Narra: Jesse.

-¿Que haces tu aquí?- le pregunto furioso.

-Vamos amor. No me trates así-esta intenta besarme pero yo la detengo.

-No.

-¿No?.

- Ya escuchaste. No.

-Haber, detente un segundo. ¿No me digas que te enamoraste de ella?.

- Se llama Ana.

-Me da igual como se llame. Esa estupida no se puede casar con tigo.

-¿Sabed Nora?. Ahora mismo no estoy para tus estupideces. Yo que tu me iría, ya que solo te estás humillando.

-¿Humillando yo?.

Ella suelta una de sus famosas carcajadas.

- Eso debería decírselo a esa pequeña ilusa si en realidad piensa que se puede casar con tigo-me dice con frialdad.

Y eso sólo me hizo preguntarme. ¿Como pude ser tan siego para no ver la verdadera Nora?. Bueno, creo que ya tengo esa respuesta.

Era un idiota.

-Veo que estas muy convencida que no me casare con Ana.

- Se que no lo arias, esto sólo se a convertido en una divertida y muy humillante actuación. Yo soy tu detendría toda esta farsa.

-¿Que es lo que te hace creer que todo esto es una farsa?. ¿Sabes Nora?. Creo que tu ego una vez más no te deja ver la realidad.

- Ya no trates de engañarte a ti mismo. Y de una vez por todas acepta la verdad.

-¿Y esa seria...?.

-Que aun me amas.

..............

Corro lo más rápido que pueden mis pies, pero llego tarde, ya no ahi nada que hacer.

Las lágrimas empiezan a caer una tras otra, sin parar. He fallado, le he fallado a ella. Y no estuve con mi madre cuando más me necesitaba, no estuvo en su último suspiro.

Y mis promesas solo se volvieron en mentiras, ya que jamás podré cumplirle todo lo que le prometí, y eso me duele. Se que no puede retroceder en el pasado y estar a su lado, y eso es lo que más me causa dolor.

Anni me toma con fuerza del brazo y me saca de la casa de nuestros padres.

- Ya basta. Me haces daño-ella me suelta y me mira con odio.

Mi hermana jamás me había dado una mirada parecida, y eso me destrozo el alma.

-¿Como puedes ser tan sinica y venir después de que le dieras la espalda?.

-Yo no le di la espalda, estaba trabajando-le miento.

- No puedo créer que te allás convertido en esto.

-¿Ah que te refieres con eso?-pregunto confusa.

- Ya no te hagas la estupida con migo. Ya Violetta me lo contó todo.

Y todo se paralizó, Anni sabía toda la verdad.

-Yo...-ni siquiera me deja hablar.

- Ya no digas nada. Ya es suficiente con todas las mentiras que dijiste, yo nunca crei que mi hermanita se convertiría en esto. En una puta que se acuesta con su jefe para poder cumplir su sueño.

-Así no fue como sucedieron las cosas-trato de explicarle.

-¿No me digas?. ¿Te enamoraste de el?.

Yo me mantengo en silencio. No deseaba mentirle una vez más, pero tampoco quería parecer una idiota.

-Tu silencio me lo confirma. Valla, eso sí que es lamentable-Anni me cierra la puerta en la cara.

Y rompí una vez más en llanto, caigo al suelo junto a mi se siente Herry. Pero no dijo nada, y yo solo necesitaba sacar todo lo que llevaba por dentro.

- No pude llegar atiempo, lo he arruinado todo, y lo peor de todo es que lo hice por un hombre que ni siquiera se si me ama, todos me odian. Y me lo merezco, le he causado mucho dolor a las personas que amo, y a ti.

-Ana. Toda desicion tiene consecuencia, es sólo que eso no lo vemos al momento en tomar esa decisión.

-Debí llegar antes, así hubiese estado con ella en sus últimos minutos, y ahora mi hermana me odia. Mi padre también, hasta Violetta. Me siento atrapada, esto duele demasiado.

-Yo no te odio.

- No mientas. Ah ti también te hice mucho daño, merezco tu odio y tu desprecio-pronuncio con tristeza.

-Ah mi no me hiciste nada, solo te enamoraste de otro. Y eso no es tu culpa, si en el corazón se mandará muchas personas fueran felices, pero la realidad es que nadie puede mandar en el corazón como yo. Que te  tengo que olvidar, aunque creo que eso será imposible-me confiesa.

- Mi intención nunca fue dañarte.

-Pero lo hiciste, y esta muy bien.

 Perfeccionista [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora