Perfeccionista [Terminada]

Capítulo 46

Narra: Jesse.

-¿Que te dije con respecto a beber?- le digo completamente furioso.

Me enfada tanto el hecho de que le alla dado una puta orden a Ana y ella la alla desovedesido.

Ella se acerca a mi tambaleandose un poco. Su pequeño cuerpo cae en mis brazos, me pierdo en su mirada.

-¿Que es lo que me estas asiendo?-pregunto perdido en su precioso rostro.

Con mis manos acaricio su precioso rostro, sólo una vez avia sentido esto. Y creí que jamás lo volvería a sentir por alguien más, pero por lo visto me equivoque. Esta mujer se está volviendo mi condena, y eso no me gusta ni un poco.

Ella se agarra con fuerza de mi cuello.

- Ya basta.

Ana se aleja de mi.

-¿Que es lo que haces?. Te caeras-pronuncio preocupado por ella.

Su estado de ebriedad es alarmante, un paso en falso y se caería al suelo.

-Ushhh...

-Ana.

- Que te calles. Ya estoy harta que siempre estés dandome órdenes.

-Ana-intento acercarme un poco a ella.

-Que te calles-me ordena.

Yo solo suelto un suspiro y cierro mis puños con fuerza.

- Te diré lo que pasará aquí-ella se acerca a mi.

Su sensualidad juega con mi cabeza, no puedo perder el control. Y Ana no me está ayudando mucho en eso que digamos.

-Ahora me aras el amor. Ya que como tu me lo haces no hay nadie.

Mis labios saborean los míos.

...............

Narra: Ana.

Me levanto de un salto al verme desnuda, diablos. Una vez más no se lo que sucedió anoche, maldición.

Debo dejar de beber de esa manera.

-Muy buenos días-me dice un Jesse cruzado de brazos y con el ceño frunjido.

Genial. Comencé el día viendo su cara de amargado.

-Perdón.

-¿Por qué te disculpas?.

Yo alzó mi mirada y lo miro confundida, era más que obvio por que le estaba pidiendo perdon.

- Bueno a lo que me refería es. ¿Por Que me pides perdon?. ¿Por no hacerme caso con respecto al tema de beber?. ¿O por tratar de obligarme que te hiciera el amor?.

-¿Que yo hice que?.

-¿Acaso no lo recuerdas?.

Imágenes vienen a mi mente.

*Flash*

8 horas antes.

- No. No puedo hacer esto.

-¿Por qué no?. ¿Acaso no te gustó?. ¿Es eso?-pronuncio empujandolo.

- No discutire con tigo. Por lo menos no en esas condiciones.

Yo me acerco a el.

-¿Eres gay?. ¿Es eso?.

-¿De qué estas hablando?. No soy gay. ¿Okay?. Es sólo que no deseo tener intimidad con una mujer que ni siquiera puede mantenerse parada.

-Eso no importa.

Yo me sujeto con fuerza a su cuello. Este se intenta de librar de mi agarre.

- No lo are.

Jesse me toma de las muñecas y me da la vuelta. Suelto una de mis menos de su agarre y todo su grande miembro. Este se hecha para atrás, yo me doy la vuelta y intento besarlo. Pero el pelinegro no me la hace muy fácil que digamos.

- Ya basta-me dice con firmeza.

-¿Por qué no dejas aún lado tu orgullo y me haces de una vez por todas tuya?.

-Ya basta.

Este me sujeta con fuerza. Con su grande y fuerte mano aprieta con algo de rudeza mis mejillas.

- No deseo hacer algo que quizás mañana no recuerdes.

-¿Y si me lo haces mañana?-le propongo un poco coqueta.

Este traga.

- Si estás en tus cinco sentidos. Quizás.

*Flash*

-Ohh mierda-pronuncio con vergüenza.

-Me alegra mucho que allas recordado-me dice este con una sonrisa.

Yo me levanto de la cama con las sábanas blancas cubriendo mi cuerpo.

-Emm... tomaré una ducha-le digo.

Intente alejarme de el. Pero siento como el me toma por las sábanas y las aleja de mi cuerpo.

-¿Pero qué es lo que haces?.

Este me tira a la cama. Quise escapar de sus estructurados y tonificados brazos, pero este me atrapa con sus besos.

-Anoche desobedeciste una orden. Y me pediste que te hiciera el amor.

-Estava borracha-pronuncio con la voz agitada.

- Tu me dices una cosa. Pero tu cuerpo.

Siento como introduce dos de sus dedos en mi interior. Suelto un gemido.

-Me dice otra cosa-me dice con una muy sexi sonrisa.

Okay. Lo admito, este hombre me trae loca. Además de que coje como un mismísimo Dios.

-¿Me quieres hacer un favor?.

- Eso depende.

Este se aleja de mi, y recupera su postura recta y dominante.

-Necesito que me hagas el amor como jamás se lo avias hecho a otra mujer.

Él se acerca a mi.

-Me fascina más la idea de cojer. Pero por ti.

El mordisquea seductoramente su labio.

-Podría hacer una excepción.

Yo le proporcionó una gran sonrisa.

- Eso me parece una muy maravillosa idea.

Quizás este mal. O quizás esto es lo que debe de pasar.