Corriendo riesgos

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New York 12 de febrero 2020 9:10 a.m

- Te voy a echar de menos - Isabella sonrió para no llorar - Deberías considerar la opción de mudarte, aquí está Juliana y también yo, aunque no sea tan importante como ella -la actriz esbozó una sonrisa ante el drama de su amiga- Lo digo en serio Val, no tiene caso que tú vivas en Los Ángeles si ahí no está la persona que te quita el sueño - No había manera de refutar su argumento, porque lo que Valentina más quería era estar cerca de la modelo.

- Debería - Respondió sin rastro de dudas.

- Piénsalo, ahora basta de despedidas. Te tienes que ir o perderás tu vuelo y esta vez pasará más de cinco meses para que vuelvas a ver a tus padres. - La rubia ya la había rodeado en un abrazo efusivo, conteniendo las lágrimas que ya estaban a punto de caer - No creas que te vas a salvar muy rápido de mí, te estaré visitando; mi cuerpo necesita un poco de sol -

- Lo que menos quiero es deshacerme de ti, te voy a extrañar Isa, gracias por todo lo que has hecho por mí- Respondió aún en los brazos de su amiga.

- Anda corre - La alejó finalmente para que Valentina tomara su equipaje y se dirigiera a la sala de abordaje.

- Te avisaré cuando llegue a Michigan -

- Estaré al pendiente. Saludos a León y a Helena -

- De tu parte - Gritó la castaña que ya se había alejado muchos pasos de la editora.

Su vuelo estaba programado para las 9:55 a.m así que todavía tenía que esperar unos minutos.

Tomó del bolso su celular y enseguida buscó las notas que hablaban del desfile de la noche anterior. No tuvo que buscar mucho porque inmediatamente aparecieron reseñas, fotografías y algunas breves entrevistas tanto de los modelos, invitados y diseñadores.

En la mayoría de las publicaciones que se encontró, elogiaban el buen trabajo de Juliana; su porte, belleza y sensualidad la llevó a coronarse como la mejor de la noche.

Valentina estaba sonriendo como tonta cuando anunciaron que su vuelo estaba a punto de despegar. Puso el dispositivo en modo avión y lo guardó en su bolso de mano.

Habían pasado unos minutos y ella ya se encontraba sentada en los asientos de primera clase, después de varios meses volvería a ver a sus padres, tenía miedo por lo que estaba a punto de hacer, pero ese era el primer paso para enfrentar su realidad.

No sabía como terminaría la visita, y quería decir que no le importaba pero mentiría, amaba a sus padres y lo que más deseaba era que la apoyaran y la aceptaran.

El vuelo duraba alrededor de siete horas, tiempo suficiente para organizar sus ideas y buscar la mejor manera de hablar con ellos.

El avión despegó y ella buscó una posición cómoda para dormir un poco, sabía que no iba a poder pero lo intentaría.

Oakland 11 de febrero 2020 6: 55 P.M

Tenía más de una hora que había aterrizado en al aeropuerto del condado de Wayne, y ahora se encontraba frente a una gran mansión en Birmingham. Como se lo imaginó, aún no se había librado del frío, incluso estaba mucho más helado que en New York, lo único que quería en ese momento era entrar a la casa y calentarse lo antes posible.

Pagó al taxista y con su única maleta, caminó hacia la elegante puerta de la mansión. Inhaló antes de tocar el timbre, necesitaba dejar de tener miedo pero no podía.

Decidida, apretó el botón y se dejó escuchar el sonido, segundos después una mujer mayor con sus mismos rasgos apareció frente a la puerta.

- Hola mamá- Habló la actriz

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