Happy Birthday to me?

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Si algo caracterizaba a Sophia, era su sosiego y su personalidad pacífica, pero en cuanto vio a las dos mujeres que se encontraban al final del pasillo, riendose y viéndose tan felices la ira la golpeó, fue tanto que lo único que quería era llegar y estamparle una bofetada a esa chica que aparentaba tranquilidad.

El resonar de sus tacones llenaba aquel pasillo, su sangre hervía de coraje y había encontrado a esa persona para descargar su furia.

- ¡MALDITA PERRA! - Su voz temblaba y su mano había golpeado con tanta fuerza esa mejilla que no había duda que ahí quedaría la marca de su enojo.

- ¿Qué diablos te pasa Sophia? - Preguntó Isabella, parándose en medio de las dos chicas.

- Pregúntaselo a esta gran hija de puta- Respondió, tratando de llegar a Valentina para darle otro golpe.

Los ojos de Sophia se habían oscurecidos, y los de Valentina se habían vuelto tan acuosos que apenas podía ver a las dos personas que estaban delante de ella. Sabía que no solo merecía esa bofetada sino todas esas palabras de la rubia.

- Val, ¿estás bien?- Isabella se giró para quedar frente a la ojiazul, que sin darse cuenta las lágrimas habían salido sin pedir permiso.

Una carcajada burlona salió de la boca de Sophia - Por supuesto que está bien ¿acaso no la estás viendo?. Eres una desgraciada Valentina ¿cómo pudiste ser tan desalmada para hacerle todo eso a Juliana?- Los ojos de la modelo se habían llenado de lágrimas al recordar la imagen de su amiga sumida en la tristeza.

Isabella las miraba confundida - ¿Pueden explicarme que rayos pasa aquí? ¿Qué demonios tiene que ver Juliana en todo esto?-

- Vamos querida Valentina, tu amiga hizo una pregunta, respóndele - Hablaba con una furia imposible de ocultar- ¡Ay!, perdón, olvidaba que te da vergüenza reconocerlo, ¿A mí también me vas a pedir que no lo cuente? -

Valentina ahora lloraba sin parar y apenas podía respirar - Yo... lo siento..-

La ira de la rubia se volvió a encender, con mucha brusquedad quitó a Isabella del camino, y tomó a Valentina de los hombros - ¿LO SIENTES?, ¿Y CREES QUÉ ESO ME SIRVE?, TÚ NO HAS TENIDO QUE VERLA... yo...yo ni siquiera la reconocí cuando la ví...- la voz de Sophia se había vuelto un susurro, mientras las lágrimas caían.

Sus palabras golpearon a Valentina y sintió que algo dentro de ella terminaba por romperse, sus pensamientos viajaron al pasado, y la sonrisa de Juliana llegó sin poder evitarlo lo que intensificó su llanto. Una tercera voz que no estaba minutos antes la sacó de sus pensamientos.

- Sophia suéltala, por favor-

- ¿Qué dices Emily?, no voy a soltarla, ella merece más que unos golpes, ni siquiera merece respirar el mismo aire que nosotras. Escúchame Valentina, tú deberías estar muerta para dejar de hacer daño- Eso había dolido, pero la rubia estaba en todo su derecho en defender a su amiga que se encontraba a miles de kilómetros de distancia.

Con ayuda de Isabella, Emily logró alejar a Sophia de Valentina. - Escucha Carvajal, no queremos verte cerca de Juliana, ni siquiera eres digna de pronunciar su nombre, así que te juro que sí tú le vuelves hacer daño, lo que hizo hoy Sophia no se va a comparar con lo que yo te haré, yo misma seré la que divulgue ese secreto que te has esforzado por mantener oculto y que te ha convertido en una maldita basura humana.- Tomó del brazo a su amiga y se la llevó con ella, dejando a Valentina hecha un mar de lágrimas.

El llanto de la ojiazul era desgarrador, el tipo de llanto que hace que te duela el corazón, y no lloraba por el golpe o las palabras de Sophia, lloraba porque le dolía Juliana, porque de todo lo que Sophia había dicho, lo único que su cerebro mantenía era el "yo ni siquiera la reconocí cuando la vi" esa frase había sido la cereza de su pastel de culpa.

AnhelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora