Ruido en el exterior

3.1K 272 155
                                    

POV VALENTINA

"El miedo es temporal, el arrepentimiento es para siempre" Hace unos años atrás había escuchado esta frase y me había gustado por todo el significado que encerraba. Hoy, sentada frente a esta ventana donde veo como el sol se opone para dar lugar a la noche, puedo sentir que esas nueve palabras son el resumen de mi vida.

Daría lo que fuera por retroceder el tiempo, por no ser una cobarde, por vivir mi vida como yo quería sin esperar la aprobación de alguien más, pero nada de eso se puede, el miedo a ser juzgada se apoderó de mi por tantos años, que dejé de vivir y pase a sobrevivir.

Duele el daño que me causé por mis inseguridades, pero duele más el daño que le hice a Juliana, ella que lo único que había hecho era amarme sin medida. Mi Juls merecía más que a una maldita mentirosa, merecía alguien que la valorara y la hiciera saber que es el ser humano más noble que existe y que cualquiera seria afortunado de tenerla.

Hoy, me toca hacerme cargo de las consecuencias de mis errores, y lo hago gustosa, no me importa ver todas esas portadas amarillistas tachándome de falsa y manipuladora, porque después de tantos años, me siento libre, aunque esa libertad venga acompañada de tantas críticas.

Mis días se han vuelto tan monótonos desde aquel comunicado de prensa, y el acoso solo ha cambiado de escenario, dejando de ser Los Ángeles, siendo ahora New York.

He evitado salir en público, mi rutina inicia en el momento que me dirijo al set de grabación, y termina justo como ahora, ignorando el libro que está entre mis manos, y dejándome llevar por una introspección que siempre me hace ver que he fallado, no solo a mí, sino a la mujer que amo.

Hoy, no es como los otros días, hoy la nostalgia me invade un poco. Mañana es el cumpleaños de Juls, un cumpleaños que no podremos compartir. La sensación de añoranza se apodera de mí al recordar el cumpleaños del año pasado, cuando despertó entre mis brazos, deseosa de amarnos nuevamente. Mañana, no tendré la oportunidad de abrazarla y desearle lo mejor de esta vida, aunque sé que lo mejor que le puede pasar es que yo no esté en ella.

Dispuesta a salirme de mi rutina de todas las noches tomé mi teléfono que se encontraba arrumbado en medio de todas esas almohadas que llenaban mi cama vacía. Con el aparato en la mano me dispuse a entrar a mi servicio de mensajería. Recorrí lentamente uno por uno mis contactos, mientras lo hacía, no pude evitar pensar en todos aquellos que consideraba mis "amigos", pero que hasta este momento ninguno se había manifestado para darme aunque sea apoyo moral.

Alejé esos pensamientos y dejé que mi índice siguiera deslizándose sobre la pantalla, hasta llegar al único contacto que me apetecía encontrar. Había cambiado su foto de perfil, lucía tan guapa como siempre. Me encontraba luchando con las ganas de entrar a la información de contacto y "robarme" su foto para que formara parte de otras tantas que tengo en nuestra carpeta. Estaba a punto de hacerlo, hasta que vi el característico "escribiendo", por un momento pensé que estaba alucinando y me obligué a ver nuevamente, pero no, no era una ilusión, Juliana me estaba escribiendo.

Me mantuve fuera del chat, esperando pacientemente que el mensaje fuera escrito, y enviado, yo estaba más que lista para recibirlo. Muy atenta, veía como el escribiendo continuaba, pero el mensaje no llegaba. Escribía y paraba, esa escena continuó por más de cinco minutos, al principio fue gracioso, pero dejó de serlo cuando la ansiedad se instaló en mí.

¿Qué es lo que escribe que le esta llevado más de diez minutos en enviar ese mensaje? Desesperada por leer, me levanté de la cama con el celular en la mano y comencé a caminar por toda la habitación, tal vez así lograría calmar un poco mi ansiedad. Deseaba que en cualquier momento el sonido de una nueva notificación llegando resonara por todo el lugar, pero eso no pasaba.

AnhelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora