✨ENCANTADOR✨*draron*

Victimas del deseo II

*lo mismo del vídeo.*

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-mm...más por favor aghhh- hacía varios minutos que ya no le importaban sus gemidos, no le importaba estar rogándole al idiota de Malfoy para que moviera su mano más rápido, solo le interesaba sentirlo todo, lo que jamás había experimentado con un chico, era una sensación nueva y muchísimo mejor que otras anteriores.

El rubio aceleró los movimientos de su mano haciendo que enloqueciera de placer, decidió detenerse súbitamente ignorando los quejidos de su novio, acercó tres de sus dedos a los labios del pelirrojo quien los introdujo en su boca para humedecerlos.

-¿estás seguro de esto?- preguntó el Slytherin por miedo a lastimarlo.

Se miraron, Ron tenía miedo, pero sentía una inexplicable necesidad por calmar el deseo que le consumía, así que se limitó a asentir con nerviosismo.

Ya con la aceptación del contrario introdujo el primer dedo en la entrada de su novio, mientras que el otro intentaba moverse algo inquieto por la incomodidad que le producía.

-¿estás bien?

-Sss...Si, no es nada.- un escalofrío le recorrió el cuerpo y su corazón estalló de emoción y miedo en su pecho.

Siguió moviendo su dedo en el interior del chico quien poco a poco se acostumbró a la sensación, pidiendo más y haciendo que el rubio introdujera otro dedo en su interior.

-aghhh- esta vez sí le había dolido, intentaba relajarse para no sentir tanto dolor, se acostumbró a la sensación después de unos segundos y empezó a mover su cadera en busca de más.

Al darse cuenta de esto el Slytherin introdujo un tercer dedo haciendo que el delgado chico se estremeciera de dolor, decidió quedarse quieto mientras que el pelirrojo se acostumbraba, minutos después empezó a embestirlo con sus dedos delicadamente.

-yo, ya estoy listo- aseguró el Gryffindor ansioso, mordiéndose el labio inferior.

-está bien- intentó hablar de forma calmada pero el deseo también le consumía, necesitaba hacerlo en ese mismo momento.

Se despojó de su ropa interior dejando ver su gran erección.

-hazlo ya- gritó desesperado el pelirrojo haciendo que el rubio obedeciera inmediatamente y le penetrara de forma lenta.

-aghhh mierda, duele- sus ojos se tornaron llorosos.

Malfoy estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no moverse, todo por evitar lastimar al pequeño y delicado Weasley.

-ya puedes- susurró sintiendo que ya no le dolía tanto

Las embestidas del rubio eran certeras y fuertes, siempre golpeaban en ese punto que lo volvía loco, no podía parar de pedir más mientras le aruñaba la espalda, dejando claras marcas que tardarían en desaparecer.

Los gemidos eran sonoros y sus cuerpos agitados intentaban unirse aún más, se repartían besos apasionados con mordidas suaves y miradas lujuriosas.

El pelirrojo tenía la vista nublada, algunas lágrimas se escurrían de sus ojos, sentía en cada parte de su cuerpo cada roce, cada suspiro, sus cuerpos cubiertos de una ligera capa de sudor pedían contacto.

Varios minutos después el rubio terminó corriéndose dentro del pelirrojo mientras que este manchaba su propio abdomen, terminaron recostados en la mesa.

-me gustas Draco Malfoy- susurró aferrándose al brazo del nombrado.

-me gustas Ronald Weasley- le sonrió y deposito un pequeño beso en los labios del pelirrojo.

Se sonrieron toda la noche, deseando que el sol olvidara despertar y que la luna olvidara marcharse, finalmente se quedaron dormidos, juntos, perdidos en los ojos contrarios.