✨ENCANTADOR✨*draron*

Juntos

Los supuestos adversarios entraban al aula tomados de la mano, sudando frío y temblorosos.

Asombrados y con la mandíbula por el suelo les observaban atónitos, casi sin respirar sus compañeros que aun intentaban asimilar la situación.

Básicamente acababan de afirmar los rumores que habían rondado por Hogwarts toda la mañana, quiénes no podían o quiénes se negaban a creer tal atroz suceso, se limitaban a pensar que se trataba de una broma de muy mal gusto, les miraban asqueados y sorprendidos.

Tomando firmemente la mano de su novio, el rubio la levanto junto con la suya entrelazándolas en el aire.

-bueno, ya que al parecer no pueden preocuparse por sus malditas vidas- habló Draco llamando la atención, después de asegurarse de que todos le escuchaban señalo a Ron- él es Ronald Bilius Weasley, mi novio, y si a quién vieron hoy en la habitación de los Gryffindor era yo, ahora les pido por favor que se vallan al maldito infierno y nos dejen en paz.- sonrió sarcásticamente y se sentó en su lugar.

Un silencio sepulcral inundó la sala, Hermione entro por la puerta corriendo y sentándose en su lugar.

-pero ¿qué pasa?- preguntó confundida acomodando sus libros en la mesa.

-pues...- Harry intentó responderle, pero sería algo complejo explicarle bien lo sucedido.

En pocos segundos los susurros empezaban a oírse por toda el aula.

-Raritos -grito un Griffyndor y se ocultó rápidamente.

-tu mald...

-Buenos días estudiantes- Snape fulminó con la mirada a Draco por el espectáculo que estaba creando.

La clase termino
con normalidad, haciendo que el detestable comentario del chico anónimo se olvidara con el paso de las horas.

El rumor había recorrido todo Hogwarts, los integrantes de cada casa miraban a la inusual pareja sorprendidos, algunos especulando que pudiese ser una broma, otros simplemente intentando explicarle a los demás que era completamente normal.

El pelirrojo caminaba temblando, mirando todo su al rededor con miedo y cabizbajo, el rubio por otra parte lo tomaba de la mano firmemente, mirando al frente con decisión y seguridad, amenazante con quién se atreviera a comentar algo ofensivo.

Después de caminar un rato, llegaron a un lindo jardín en el que decidieron descansar y hablar un poco sobre lo ocurrido, Malfoy estaba nervioso ya que la osada acción que había llevado a cabo en el aula la había hecho sin antes consultarla con su novio.

-lo siento- se disculpó desviando su mirada.

-está bien- su voz se quebró y sus ojos azules se tornaron borrosos

-no, no está bien, ¿por qué lloras?, lo siento esa no era mi intención, yo solo... Solo fue un impulso, perdóname, yo...yo

-no es eso, es solo que me preocupas- habló el pelirrojo con extrema suavidad y dulzura.- ¿qué pasará si tu padre se entera?, no quiero separarme de ti- sollozó

-todo está bien- el rubio acariciaba los cabellos cobrizos- no creí jamás que Ronald Weasley llegara a preocuparse por mí- empezó a reír

-eres un idiota Malfoy- le fulminó con la mirada y le dio la espalda, ignorándolo.

-Solo fue una broma- se movió para sentarse frente al chico que aún le ignoraba-no creo que puedas ignorarme por mucho tiempo- se encogió de hombros, puso sus manos sobre el pecho del pelirrojo y lo empujo a la hierba, dejándolo recostado.

-¿que...que haces?- el Gryffindor estaba completamente sonrojado y nervioso.

-¿no se supone que me estabas ignorando?- se acomodó sobre él y le miró fijamente.- ¿alguna vez te dije lo hermosos que son tus ojos?- se quedaron observando cada detalle del contrario varios minutos.

-me gusta mucho tu cabello- habló el pelirrojo inconscientemente sonrojadose más.

Sin poder resistirse a tal tentadora escena el rubio lo beso, con cariño y delicadeza.

-nada va a pasar, si estamos juntos, nada...- entrelazo sus manos y volvió a besarle.