Fracturado

1.2K 121 15
                                    

Esa noche la chica pelinegra se preparó, como le habia especificado en aquella carta el despreciable hombre, se maquilló un poco, aunque nunca lo hacia, se acomodo seductoramente su falda y se miró al espejo asqueada, mientras una lagrima bajaba por su mejilla.

Escucho un pequeño sonido proveniente de el primer piso, esa era la señal que necesitaba, limpio la lagrima delicadamente y se retocó un poco, le dio un pequeño vistazo al reloj sobre el tocador que marcaba las 12:15, aun le quedaba algo de tiempo.

Intentó calmarse y mentalizarse antes de bajar, bajo de puntitas haciendo el mínimo ruido posible, respirando pesado y entrecortado por el miedo, se acerco un poco  a la chimenea y allí lo encontró.

El rubio sentado frente al fuego, sollozando y apretando su pecho, le dolía profundamente ver a su amigo tan mal, sabia muy bien que lo que estaba a punto de hacer empeoraría el estado del rubio, y eso la lastimo, respiro y se acerco a su amigo, intentando torpemente moverse con delicadeza y sensualidad.

-¿estas bien?- intentó cambiar su voz a una voz tierna e inocente mientras se sentaba junto a su amigo

-¿Que haces despierta a esta hora?- hablo el rubio frío, con la voz quebrada

-yo solo, me sentía sola- evito hacer una mueca de asco con todas sus fuerzas, estaba imitando el prototipo de chica que odiaba.

-ya veo, entiendo- el chico hablaba comprensiva mente

-¿tambien te has sentido solo?- ladeo su cabeza y pestañeo, podría vomitar allí mismo de solo imaginarse a si misma diciendo tal cosa y peor aun de esa forma.

-estas extraña hoy- el rubio intentaba calmar las lágrimas que caían de sus ojos inconscientemente, sentía que algo no estaba bien no creía merecer el calor que le llenaba el alma cada vez que veía al pelirrojo, se sentía simplemente insuficiente.

-¿extraña de que forma?- odiaba tener que hacerse pasar por una niñita inocente, por que no lo era en ningún sentido.

La hora del encuentro se acercaba y el pelirrojo se dirijia a la casa Slytherin a paso rápido, emocionado y sonriendo, imaginando que su novio estaría allí esperándolo, ya quería abrazarlo y tal vez dormir con él esa noche.

-...y supongo que por eso lloro, aunque no estoy muy seguro- termino de explicar el rubio

El Gryffindor susurraba a la pintura la contraseña, dando brinquitos de emoción.

- te entiendo, aveces...- se acerco a su amigo para acariciarle el cabello-...las cosas solo son así y no podemos hacer nada para cambiarlas.

El rubio sorprendido por la acción de su amiga se giro para verla impresionado, sin pensarlo mucho la chica aprovecho el momento para besarlo momentaneamente, mientras que la puerta se abria poco a poco dandole al pelirrojo una vista perfecta de aquel beso.

El Gryffindor habia dejado de dar saltitos lentamente, analizando lo que sus ojos veian, estaba petrificado, sus ojos se llenaban de lágrimas, Pansy por su parte intentaba contener sus propias lágrimas también, acababa de besar a quien consideraba casi su hermano, sentia asco y decepción de si misma.

-¿que te pasa hoy? -el Slytherin alejo a su amiga apenas logró reaccionar, el rubio estaba furioso y cofundido.

-¿porque?...¿por...snif..que?- el pelirrojo por fin lograba pronunciar algunas palabras, que hacian que la situación se volviese cada vez menos irreal.

-¿Ron? ¿Tu que?...- el rubio miraba a su novio y a su amiga confundido, intentando darle explicación a el extraño suceso.

-por....que...?- la voz se le quebraba, él Weasley caía lentamente al suelo, sintiendo como su corazón se fracturaba en pequeñas partes.

✨ENCANTADOR✨*draron*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora