31 | Lo que siente la Luna

1.1K 86 206
                                    

Advertencias del capítulo: Está muy laaaargooooooo (?) Pero sí hay SasuSaku. La última escena es cruciaaaaaaal.

—Su tío sigue encontrándose inocente, Príncipe

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Su tío sigue encontrándose inocente, Príncipe.

—¿Y tú le crees?

—En lo absoluto.

Saber que podía contar con Kakashi, el hombre más leal a su padre, lo tranquilizaba.

Al menos por momentos en los podía sentarse a pensar en el número de aliados que tendría en caso de que algo malo ocurriese. Sin embargo, ninguno de ellos estaba preparado para eso.

Naruto había crecido con una libertad concedida por su padre para hacer lo que quisiera.

Que sí, cuando había que tomarse las cosas enserio, como sus estudios y sus entrenamientos, Minato no dependía solamente del ilustre pensamiento de protegerlo cada que pudiera. Tanto a él como a Sakura se les enseñó al cómo defenderse y se les hizo desarrollar habilidades cognitivas que fuesen capaces de auxiliarlos dentro de alguna crisis. Sin embargo, él por ser el hombre, el heredero al trono, tuvo una educación mucho más estricta que a diferencia de Sakura.

—Se me hace sorprendente que a estas alturas no le hayas soltado un golpe a tu tío —Naruto tuerce una mueca ante el comentario de Sai pues no está muy alejado de sus verdaderos deseos.

Impulsivo y poco prudente, Naruto era conocido más por su personalidad excéntrica a la hora de reconocer una injusticia y pelear por ella, que dialogando. Él, a diferencia de Minato, poseía demasiado del carácter de su madre, aunque, de hace un tiempo para acá, Minato le ha confesado que de igual forma le recuerda mucho al padre de Sasuke.

—Que sonría mientras pueda con todos sus dientes —refulge, dentro de él, un resentimiento que lo corroe no solo al sospechar de él como principal sospechoso de la condición de Minato, sino por haber tomado la osadía, esa mañana, de no solo confrontarlo y revelarle un par de cosas que, justo ahora, lo ponían aún más dentro de su rango de sospecha, sino también de haber usurpado un lugar que no le pertenecía.

Solo Naruto sabe lo mucho que sintió su cuerpo arder al verlo, temprano, sentado en esa silla.

En esa silla que le pertenecía a Minato.

—Ese lugar le pertenece a mi padre.

Y no solo se refería a que le pertenecía como un objeto, sino por el valor simbólico que en esa silla residía. Ni siquiera él había cometido tal falta de respeto a pesar de que Minato múltiples veces le invitó a que se sentara basándose en el argumento de que algún día ese trono sería de él.

Naruto nunca lo vio correcto, incluso sabiendo que un día sería suya.

Así que ver a Deidara sentado ahí de manera despreocupada, casi al instante le hizo enfurecer.

—Sí, bueno, estaba pensando, ya que tu padre se encuentra incapaz de asumir las miles de tareas que se le han acumulado, ¿qué tal nombrar a un Rey interino y...? —hierro siendo forjado en fuego, mientras que la hoja de su espada silba cuando la saca de su vaina y le apunta sin retroceder. A pesar de todo, el rostro de Naruto continúa duro, esperando explotar realmente—. ¿Me estás apuntando con tu espada?

Sin apariencias 【SasuSaku】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora