Ian
Christine esta seguro mirándome enojada con los brazos cruzados, golpeando el zapato contra el suelo, trago saliva algo nervioso que no se de cuenta que Sarah esta debajo del escritorio, porque la conozco y se que si la encuentra va a golpearla, Christy era extremadamente celosa, cuando éramos novios, peleábamos mucho por esas escenas de que supuestamente yo la engañaba con otras, cuando yo solo tenia ojos para ella, la quería demasiado hasta que quede ciego y Christine decidió termino la relación, según porque lo nuestro no tenia futuro pero sabia que era causa de mi ceguera, aunque nunca me lo dijo directamente, tampoco podía culparla, luego de ese accidente me encerré en mi propio mundo y no dejaba que nadie entrará en él.
- ¿Donde esta ella? ¿Donde esta? - Dice gritando furiosa, podía imaginarla con sus mejillas rojas y sus ojos azules claros más oscuros de lo normal.
- ¿Donde esta quién? - Haciéndome el loco mientras me en cojo de hombros.
- No te hagas el loco conmigo Ian, se que estabas aquí con Sarah, tienes algo con esa mujer. - Dice sollozando de la rabia, podía sentirlo.
- Ella no esta aquí, deja de imaginarte cosas, estas demasiado alterada deberías calmarte ahora antes que te de algo peor.
- Ian no me trates como una loca porque no lo soy, se que te gusta Sarah, cuando estamos juntos no haces que otra cosa que hablar de ella, que si Sarah esto que si Sarah lo otro, ni siquiera quieres besarme o hacer el amor conmigo ¿Ya no me amas?
- No, no Christine ya no te amo.
- ¿Como puedes ser tan cruel? Vine a Londres para recuperar nuestra relación y ahora me encuentro que estas enamorado de otra.
- No estoy enamorado, si es verdad me gusta mucho Sarah, y creó que tengo derecho a formar mi vida con quién a mi me de la gana. Nunca te pedí que vinieras aquí, Christy ¿Que creías? ¿Que iba a esperarte toda la vida?
- ¡No! ¡Tienes razón! ¡Fui una estúpida!- Dice rompiendo a llorar, pero la conocía también que se que solo quería manipularme como lo había hecho en muchas ocasiones en nuestra relación pero esta vez no iba a dejar que me engañara con unas cuantas lagrimas. - Pensé que podías pasar la pagina, que ibas a olvidar el pasado, yo nunca deje de quererte Ian y de verdad me arrepiento de haberte dejado porque fuiste lo mejor que me paso en la vida.
- Lo siento Christine, también te quiero pero como una amiga nada más.
- ¿Amiga? ¿En serio Ian? Y ¿lo que paso la otra noche? Estuvimos a punto de hacer el amor y tú lo deseabas.
Coloca sus manos en mis hombros y rápidamente los retiro, porque se que Sarah esta aquí escuchando toda nuestra conversación, aunque ya estaba en graves problemas con Christine por haber mencionado que estuvimos a punto de acostarnos hace unos días.
- Tu lo has dicho estuvimos a punto, pero no hicimos nada ¿Sabes por que? No sentía ese deseo de antes, solo puedo darte mi amistad es lo único que puedo darte, ahora mismo solo pienso en una mujer ¿Por qué no puedes aceptarlo?
- ¡Porque no me da la gana!- Grita furiosa, escucho que algo cae en el suelo seguido de varias mas.
- ¡Basta, Christine!- Maldita sea que no podía ver nada y no sabia donde estaba, solo escuchaba las cosas romperse, por fin pude sostenerla en mis brazos intentando calmarla, su cuerpo temblaba y no dejaba de sollozar, esto es realmente malo. - Tranquila cálmate, respira por favor.
- No quiero calmarme. Solo quiero tenerte a ti, Ian. No quiero que me dejes, que nos separemos de nuevo, por favor- Dice tocando mi rostro con cariño hasta que siento sus labios cerca de los míos y enseguida me separo de ella.
- Se acabo, se termino. No puedo seguir haciéndote daño. Ahora solo quiero estar con una mujer y esa es Sarah Mackenzie.
- No voy a aceptar nunca que estés con esa perra, es una arpía ¿Cómo no puedes darte cuenta? Ella solo quiere meterse en su cama para quitarte tu dinero.
- Quizás no pueda verla pero se que Sarah no es una perra ni una arpía, ella es buena y esta aquí para cuidarme, es un ángel.
- ¿Un ángel?- Ríe con amargura. - No seas idiota, Ian. Esa estúpida es todo menos un ángel y te vas a acordar de mi, voy a desenmascararla y luego vendrás a mi pidiéndome perdón, te lo juro.
- Estas exagerando.
- Ella y tu se van a arrepentir. - Dice con mucho odio, ni siquiera puedo creerlo.
Nunca había escuchado a Christine tan molesta, ahora estoy preocupado de que ella intente hacerle daño a Sarah por mi culpa, nunca me lo perdonaría. Siento pasos detrás de mi, el rico aroma a flores inundan mis fosas nasales, me volteo rápidamente para cogerla en mis brazos, su cuerpo se tensa se que esta enojada por todo lo que ha dicho Christine, no podía culparla.
- Se en lo que estas pensando. - Digo acariciando con mis yemas de los dedos su cintura y comienza a relajarse.
- ¿Segun tu? ¿En que pienso? Tu ex novia esta loca, mira como dejó el estudio.
- Christine y yo no hemos tenido sexo desde que llego a esta casa.
- Esta bien, Ian. E igual no somos nada, no soy quien para pedirte explicación.
- Pero estas celosa. - Sonrió levemente y ella me golpea en el hombro.
- No lo estoy - Yo arqueo una ceja y a ella la escuchó suspirar. - Bueno, bueno. esta bien, si estoy un poco celosa, es que te juro que estuve a punto de salir debajo del escritorio para pegarle ¿perra? ¿Arpia? ¿Que le pasa a esa loca?
- Cariño...No te molestes por eso. - Acaricio su suave cabello, tomando un mechón para acomodarlo detrás de su espalda. - Tu no eres nada de lo que dijo Christine, eres mucho mas. tanto que me encantas, señorita Mackenzie, no sabes las ganas que tengo de besarte de nuevo.
- Gracias por decir que soy un ángel, eso fue muy tierno. - Me la podía imaginar sus mejillas rojas y su mirada tímida.
- Es que lo eres, Sarah. No soy mentiroso, me alegro de que no te hayas ido de aquí.
- Ya te dije que no me iré a ningún lado. - Dice resignada, no puedo evitar soltar una carcajada.
- Ahora voy a besarte de nuevo ¿Puedo?
Ella no responde sino que me besa, el sabor de sus labios a cereza, me encantaba. Gemí cuando sus dedos se enredaron en mi cabello jalandolo un poco, la empuje hacia el escritorio subiéndolo a él, lleve mis manos a sus muslos descubiertos, sintiendo la calidez de su piel y la escuchó jadear, al sentir mis caricias y mi amigo se despierta contento y con ganas de acción, pero Sarah no es como las otras, no quería ir tan rápido y que luego todo se echara a perder.
Sigo tocando su piel mientras nos besamos, mi lengua en su boca se sentía también, creo que me voy a volver adicto a sus labios tan suaves y dulces.
- Debo irme - Dice Sarah apartándose de mí, gruño sintiéndome vacío cuando deja de besarme. - Solo vine a traer algunas cosas del supermercado.
- Por favor Sarah, no te vayas. Te necesito aquí, nena.
- Me gusta que me digas "cariño" o "nena" suena tan lindo y sexy al mismo tiempo pero de serio debo irme, tengo que ir a la oficina con mi hermana.
- Bien. - Digo con fastidio.
Nos besamos de nuevo por un rato hasta que Sarah tuvo que irse, casi que a escondida para que Christine no la viera y se forma un rollo peor.
Me quede solo en el estudio, cuando sintió que alguien entra, sabia perfectamente de quien se trataba.
- ¿Ahora que quieres?
- Que expliques porque ahora actúas como sino te importará lo que paso hace 10 años, Ian.
- No sabes lo que dices, Daryl ¿Puedes dejarme en paz? No quiero hablar de esa mierda.
- No, ahora vas a escucharme. Porque estoy cansado de que ignores lo que sucedió con Brandon... Lo de nosotros. - Dice con tristeza.
Y trago saliva nervioso, no quería hablar de Brandon pero en algún momento tenía que enfrentar mi pasado.
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A través De Tus Ojos.
General FictionÉl tuvo un grave accidente que lo dejo ciego cuando tenia 20 años ahora tiene 30 desde ese momento ha permanecido encerrado y solitario en su propia casa, su padre que es el único pariente que tiene esta preocupado por él decide contratar a una enfe...