Sarah
Estoy sentada enfrente de Ian viéndolo comer gustoso sus cupcakes que le había preparado, parecía bastante animado esta mañana y eso me alegraba, aunque no podía decir lo mismo que yo. Porque no dejaba de pensar en todo lo que esta ocurriendo cuantas mentiras que aun no se, eso me tenia frustrada. Christine esta con nosotros pero no habla demasiado, a veces ella me desconcierta mucho parece que tiene dos personalidades, no estoy segura si por causa de su bipolaridad pero eso me ponía alerta porque no podía creer en todo lo que ella me dijera quizás solo lo hacia para alejarme de Ian.
— ¿Sarah? ¿Sarah? — La voz de Ian me saca de mis pensamientos y lo miro confundida. — ¿Que te pasa? No has comido tu desayuno.
¿Como mierda...? A veces me quedó atónita que haga esas cosas, es como si realmente no estuviera ciego era muy extraño, su ceño esta fruncido observando en mi dirección con aquellos penetrantes ojos grises que te hacen sentir intimidad, trago saliva con incomodidad, tenía tantas ganas de decirle lo que me ocurría pero soy tan cobarde que no me atrevo por el simple hecho que no quería perderlo.
— No tengo mucho hambre, Ian. Creo que ya debería irme a mi casa. — Digo haciendo una mueca apartando el plato lleno de comida, si probaba algún bocado seguro lo vomitaría, tenía el estómago cerrado, creo que es a causa del estrés.
— ¿Que? — Dice consternado, no le ha gustado la idea de que me marchara hasta parece un poco asustado. — ¿Por que?
— Tengo que cambiarme y...— Él me interrumpe.
— No, por favor quedate. Christine puede prestarte ropa ¿Cierto? — Le pregunta a su ex novia, quien lo mira como si estuviera loco y no era para menos.
— ¿Que te ocurre, Ian? No pienso prestarle mi ropa costosa a tu amante de turno. — Dice enfadada, fulminó con la mirada a Christine a veces no soportaba a esta perra.
— No seas grosera, Christy. — Dice con frustración. — Deberías superar el hecho de que Sarah y yo tenemos algo. Ya lo de nosotros quedo en el pasado, ahora solo nos queda ser amigos, tomalo o dejalo.
Christine parpadea sorprendida y yo miro a Ian boquiabierta había admitido que tenemos algo delante de su ex, una parte de mí quería comenzar a dar saltos y volteretas por todo el salón.
— Ian, por favor. No es necesario, de verdad me tengo que ir. Ni siquiera le avise a mi hermana que me quedaría aquí, seguro estará preocupada por mí.
Me levantó de la silla, entonces Ian me toma del brazo aun él esta sentado, sentir sus dedos en mi piel me hace estremecer. Christine se da cuenta de mi incomodidad y ladea la cabeza antes de hablar.
— Por fin admites que tienes algo con ella, ya se que no tengo chance de recuperarte, creo que es el momento de rendirme. — Ahora miro atonita a Christine ¿Acaso estoy en la dimensión desconocida? O ¿Aun estoy dormida? Es una locura, trato de soltarme de Ian pero me sostiene mas.
— Si, Christine. Es hora de que lo superes y sigamos adelante. Tengo una relación con Sarah ahora mismo, espero que te alegres por mí. — Ian acaricia mi mano con la suya, relajandome enseguida luego de haber estado tensa desde que me he levantando en la mañana. Él se levanta de la silla, toma mi rostro entre sus manos para darme un beso que me deja sin aliento, tanto que no puedo evitar un gemido cuando sus dientes muerden ligeramente mi labio inferior luego se aparta de mí para darme un casto beso, enseguida siento mis mejillas arder por la vergüenza que me besara delante de su ex, evite a toda costa a Christine seguro me estaría asesinando con la mirada.
— Creo ya se me quito el hambre a mi también. — Dice con desagrado antes de levantarse. — Iré a comenzar en empacar mis cosas solo faltan 3 días para irme. Los dejo solo para que sigan comiéndose la boca.
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A través De Tus Ojos.
General FictionÉl tuvo un grave accidente que lo dejo ciego cuando tenia 20 años ahora tiene 30 desde ese momento ha permanecido encerrado y solitario en su propia casa, su padre que es el único pariente que tiene esta preocupado por él decide contratar a una enfe...