Sarah
Nada podía quitarme esta sonrisa de mi rostro, Ian y yo nos habíamos besado por primera vez y no puedo negar que me ha gustado más de lo que imagine, Ian es atractivo pero tenia un genio del demonio, era imposible que no sintiera esas maripositas en el estómago, tenia tiempo que no me pasaba esto con alguien, cuando me había prometido de que nunca más me iba involucrar con un paciente pero lo había hecho.
No iba a negar que tenia miedo, de que rompieran de nuevo mi corazón como lo fue con Morgan, como su madre hizo hasta lo imposible para destruirme la vida llamándome oportunista hasta una denuncia en mi contra de estar manipulando a su hijo que agonizaba.
Morgan le había exigido que quitara ese estúpida denuncia, ella lo hizo con la condición de que me separará de él pero nunca lo hice permanecí a su lado hasta el último momento.
Christine me recordaba a ella en el sentido que había dicho sus mismas palabras, le había insinuado a Ian que era una mujer que solo quería seducirlo para quitarle su dinero.
Tenía ganas de darle una patada en el culo y mandarla de vuelta a Estados Unidos, no seria mala idea.
Según Ian se supone que tenían que irse el próximo mes, lo cual me alegraba porque nuevamente nos quedaríamos solos y no tenia que escuchar la irritante voz de Christine aunque iba a extrañar mucho a Daryl, que es todo lo opuesto a su media hermana.
Me bajo de mi auto, una vez llego a mi casa, saco de mi bolso las llaves y cuando entro me llevo la gran indesagradable sorpresa de que Austin esta allí ¿Acaso mi hermana lo había perdonado? Sin duda esa chica no aprende, pienso disgustada, dejando mis cosas encima de la mesa.
— Hola. — Saludo por educación, al verme ambos se sobresaltan y Katie me sonríe nerviosa arreglando su cabello, no me quiero imaginar lo que estarían haciendo en mi ausencia.
— Ho...Hola Sarah, no te esperaba aquí tan temprano. — Dice nerviosa poniéndose de pie para saludarme, en cambio Austin se queda en el sillón mirándome asustado y callado quizás pensando que le diría la verdad a Katie de lo que pasó hace unas semanas atrás.
— Si, es que me dolía un poco na cabeza ¿Fuiste al consultorio?
— Si, estuve revisando la correspondencia y pague los servicios del consultorio, no te preocupes por eso.
— Bien, entonces iré a acostarme un rato. — Murmuro saliendo de la sala para subir a mi habitación.
La siesta que tuve me sentó bien, ya no me dolía la cabeza gracias a la pastilla que me tome antes de acostarme, baje para prepararme algo de cenar, solo esperaba que Austin ya se fuera ido de la casa pero para mi desgracia aun seguía allí, mire el reloj en la pared y son las 6 de la tarde ¿Cuando pensaba marcharse?
— ¿Puedo hablar contigo? — Me pregunta Austin con cierta timidez.
— ¿Donde esta Katie?
— Dijo que se iba a duchar, es que vamos a salir a cenar afuera.
— Veo que ya se reconciliaron.
— En realidad no. — Dice pasando su mano detrás de su cuello. — Ella quiere que las cosas vayan con calma esta vez, ya sabes la he cagado muchas veces con tu hermana y no...no quiero perderla, de verdad la quiero.
— Se lo que quieres decir y no te preocupes no pienso decirle nada a Katie que intentaste besarme. Además estabas borracho pero te advierto algo Austin si vuelves a lastimarla, te juro que tus bolas sufrían un daño irreversible. — Digo mirandolo muy sería.
Me mira asustado y traga saliva haciendo que su manzana de Adán baja y sube rápidamente, él sabía que estaba hablando en serio.
— No te preocupes Sarah, no pienso volver a cometer esa estupidez, lo prometo.
ESTÁS LEYENDO
A través De Tus Ojos.
General FictionÉl tuvo un grave accidente que lo dejo ciego cuando tenia 20 años ahora tiene 30 desde ese momento ha permanecido encerrado y solitario en su propia casa, su padre que es el único pariente que tiene esta preocupado por él decide contratar a una enfe...