Sarah
Miro al chico sin entender quien es, no podía reconocerlo de ningún lado, aun seguía con mi ceño fruncido pensando si debería cerrarle la puerta en la cara y llamar a la policía, pero el chillido de emoción de mi hermana Kate me saca de mi trance, se lanza en sus brazos, él la levanta en el aire y ambos ríen. Ahora sino entiendo nada de lo que ocurre aquí. Cuando por fin dejan de abrazarse voltean a mirarme y yo los observó confundida.
- Sarah no me reconoció, Kate. No se si sentirme ofendido. - Dice el chico que hace un puchero y pone los ojos tristes, mi hermana se ríe y se acerca a mi, golpeando mi brazo y yo me quejo fulminandola con la mirada.
- ¡Ay! ¡Eso dolió, Kate! - Exclamo enojada mientras los dos se ríen de mí. - Me explican ¿Que demonios pasa aquí? ¿Quien eres tu?
- De verdad tienes una memoria de mierda, Sarah. - Dice Kate riéndose.
- Pues iluminame un poco querida hermana. - Digo con sarcasmo mientras me cruzo de brazos.
- Primero que todo, entra. - Refiriéndose al chico, Kate lo ayuda con su equipaje y nos fuimos hacia el salón. - Sarah, él es Tanner O'connor. Fue nuestro vecino en la casa de al frente y...- Tanner la interrumpió.
- Fuimos vecinos por 14 años hasta que mis padres y yo nos mudamos a Francia. Me alegro mucho verte, Sarah. - Dice sonriendo, lo miro asombrada porque no lo había reconocido cuando abrí la puerta pero sabia quien era Tanner O'connor es como si un bombillo se hubiera encendido sobre mi cabeza.
Tanner y yo tenemos la misma edad, fue mi primer amigo cuando llegamos de Argentina, me defendió muchas veces en el colegio cuando los niños se metían conmigo por ser diferente y tener un "acento raro" ¿Como es posible que lo haya olvidado? Cuando fue una de las personas más importantes de mi vida, lo miro avergonzada tanto que siento el ardor en mis mejillas y quise me tragara la tierra por no recordar a mi mejor amigo de la infancia.
— Yo... Yo lo siento mucho. — Balbuceo mirándolo avergonzada y él se encoge de hombros restándole importancia pero sigue sonriendo.
— No te disculpes, aunque si me das un abrazo puede recompensarlo. — Dice bromeando abriendo sus brazos, apenada todavía me acerco a él entonces abraza con fuerza acariciando mi espalda. — ¿Ahora si te acuerdas de mí, Muffin?
Muffin, oh dios mio. Claro que lo recuerdo, Tanner siempre me llamaba así y yo lo odiaba, solo lo hacía para fastidiarme porque en ese entonces tenía las mejillas regordetas y rojas todo el tiempo.
— Claro que sí, no puedo creerlo. Ha pasado mucho tiempo, lamento que no me haya acordado al momento de verte. — Digo abrazándolo todavía mientras dejo escapar algunas lágrimas de emoción.
— Tranquila...— Dice con voz ronca y me da un beso en la mejilla, algo en mi, se estremeció ni siquiera entendí porque pero su olor es embriagador además que esta muy guapo.
Él deja de abrazarme y yo me seco las lágrimas con la manga de mi suéter de lana. Me alegraba mucho ver a Tanner, recuerdo que me dolió mucho cuando tuvo que marcharse y yo me quede sola, llore mucho en ese tiempo hasta que poco a poco pude sanar mi corazón por su ausencia.
— He cambiado, claro ahora soy mucho más guapo. — Dice arqueando una ceja y yo suelto una carcajada.
— En realidad si lo estas, Tanner. — Bromeo con él, puedo jurar que por unos segundos vi que se sonrojaba levemente o quizás fue mi imaginación. — Han pasado 10 años desde la ultima vez que nos vimos, me prometiste que me escribirías pero solo recibí una carta y después no supe más de ti. — Reproche ahora molesta porque me sentí mal que desapareciera de mi vida como si nada, cuando fue mi mejor amigo.
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A través De Tus Ojos.
General FictionÉl tuvo un grave accidente que lo dejo ciego cuando tenia 20 años ahora tiene 30 desde ese momento ha permanecido encerrado y solitario en su propia casa, su padre que es el único pariente que tiene esta preocupado por él decide contratar a una enfe...