18.

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Sarah

Ian esta muy cariñoso conmigo esta tarde, la estábamos pasando muy bien juntos, fue buena idea de que Daryl se llevara a Christine de paso por Londres para que nosotros estuviéramos solos.

Luego de almorzar, nos fuimos a su habitación donde me acosté a su lado mi brazo derecho rodeaba su abdomen y él tenia su brazo alrededor de mis hombros de vez en cuando se inclinaba para besar mi frente o mis labios con ternura, aun me asusta que esto este pasando tan rápido e igual que sucedió con Morgan pero Ian paso de ser mi peor pesadilla a ser el chico de mis sueños, dándome una nueva oportunidad en el amor de alguien que necesita el triple de amor aunque Ian no lo demuestre mucho se que es débil y tiene mucho dolor en su interior, quería que todo eso se fuera de él y que pudiera ser realmente feliz.

Él coge un libro un poco antiguo, me acurrucó más a su lado, olía tan bien, me gustaba abrazarlo y que Ian lo hiciera conmigo también.

— ¿Que es ese libro? — Frunciendo el ceño porque obvio no puede leerlo. — ¿Quieres que te lea un cuento?

La risa de Ian me hace sentir maripositas en el estómago mientras lo miro como boba enamorada, es tan hermoso, esos lindos hoyuelos que se forman en sus mejillas cuando sonríe lo hacían ver mucho mas tierno de lo que es.

— No quiero que me leas, quería enseñarte este libro, me regalo mi papá en mi ultimo cumpleaños esta en lenguaje Braille, especialmente para mi condición.

— Es increíble, es Hamlet. Es un buen libro ¿Quieres enseñarme a leer Braille? Siempre he querido aprender, se el lenguaje de las señas pero esto no.

— Claro que si, cariño. Me encantaría enseñarte— Me da un beso en la mejilla. — No es tan difícil, dame tu mano.

Le extiendo mi mano y él la tomo con la suya pero antes le da un pequeño beso que me estremece, es tan lindo no me canso de decirlo.

Luego abre el libro en la primera página y hace que mi mano toque la hoja en blanco pero podía sentir los pequeños puntos en ella.

Ian comenzó a explicarme cada palabra y letra, yo solo escuchaba con atención como me enseñaba a interpretar las letras con esos puntos impresos en el papel de ese libro.

— Ahora quiero que cierres tus preciosos ojos azules — Hago lo que pido mientras sonrió. — Quiero que me enseñes si aprendiste a leer en lenguaje en Braille, por favor leeme un poco, cariño. Me gusta escuchar tu dulce voz aunque no puedo verte, oirte es mejor melodía que haya escuchado alguna vez, lamento ser tan cursi pero es que cuando estoy contigo solo imagino cosas bonitas, Sarah. — Dice mirándome porque aunque es difícil siento que lo hace, sus ojos fijos en mí y se inclina un poco para tocar mi rostro y con sus dedos roza mis labios. — Tus labios son tan adictivos, no sabes lo mucho que te deseo.

No se pero sus palabras me hacen jadear y me sonrojo porque nunca me han dicho algo tan lindo en mi vida, Ian cuando quería ser romántico realmente lo era y me sentía tan halagada, mis ojos se llenan de lágrimas y dudo en plantar un beso en sus labios que nos hace gemir a ambos.

De un momento a otro se acuesta encima de mí sin aplastarme, sin dejar de besarme volviéndome loca, acarició el cabello corto detrás de su nuca, gime de nuevo cuando lo jalo un poco y muerde mi labio inferior para luego ir directo a la piel de mi garganta.

— Ian, eso se siente tan bien. —Comenzaba sentir calor en todo mi cuerpo, sus manos vagan por todas partes incitandome y excitandome al punto de que en cualquier momento iba a perder el control. Me muerdo el labio cuando su lengua me acaricia hasta bajar al valle de mis pechos, él no parecía querer detenerse tampoco y yo tampoco quería en realidad.

A través De Tus Ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora