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Hola, para comenzar les aviso que ya subí el segundo capítulo de I AM HAIlEY para que pasen por mi perfil, puedan leerlo, comentar y votar :)

Ian

Sarah no me quiso abrir la puerta, entonces me senté en el suelo enfrente de ella apoyando mi cabeza, con mis piernas a la altura de mi rostro. No se que esta pasando pero se que es malo, tenía miedo de que ella se harta de lo complicada que es mi vida y se marchará.

Siempre trate de estar solo porque no quería la lastima de nadie, me refugie en mi propia debilidad y vivía bajo una sombra de dolor que poco a poco iba a matándome por dentro, sintiéndome  tan vacío, que ni siquiera ningún psicólogo pudo ayudarme.

No es fácil superar como alguien que amabas, te dispare a ti y a tu madre para luego suicidarse, aun tenia muchas lagunas mentales quizás nunca iba a recuperar esos recuerdos. Quizás Sarah debería saber porque soy tan cerrado, porque es la razón de la cual no le cuento mi verdadera historia, había llegado el momento de que ella sepa en realidad quien soy, si es queremos que esta relación funcione.

Sigo tan sumergido en mis pensamientos, que no me di cuenta que la puerta se abrió y caí despaldas. Escuche un jadeo de sorpresa por parte de Sarah, el olor de su perfume llego a mis fosas nasales, tuve la necesidad de estrecharla en mis brazos y besarla sin detenerme porque me declaro adicto de sus besos, aquellos labios con los sueños cada noche y me levantó en las mañanas ansiosos de probarlos de nuevo.
Pero ahora tenia miedo de hacerlo y que ella me rechazara, no quería joderla más, solo quería que todo volviera hacer como antes.

— Ian, dios mio ¿Por que siempre tengo que estar lastimandote? Lo siento tanto ¿Te golpeaste muy fuerte? — Me dice acariciando mi espalda con delicadeza, eso me sentir un poco mejor.

— Estas lastimandome de otra manera, Sarah. Odio que seas tan indiferente conmigo,  me siento una mierda porque no se como arreglarlo para que te sientas bien y volvamos como al principio, no confías en mí lo suficiente para contarme lo que te pasa y eso duele.

— Ian, todos tenemos secretos y a veces es difícil contarlos, lo que me pasa no tiene nada que ver contigo. No estoy enojada quizás un poco cansada, mejor levantate del suelo, vamos a tu habitación ¿Quieres? Me apetece acostarme a tu lado un rato antes de irme. — Dice en un tono suave y supe enseguida que todo esta bien, eso me hizo respirar aliviado.

Caminamos hacia mi cuarto, donde nos tumbamos en la cama, rodee con mis brazos su cintura y ella apoyaba su cabeza sobre mi pecho, amo como huele y me encanta sentir su calor junto a mi cuerpo, ella es tan pequeña y tan linda, no hace falta que la vea para no darme cuenta, esa es la razón por la cual la quiero, a Sarah no le importa que sea ciego, ella esta aquí porque realmente me quiere.

La abrazo más fuerte en mis brazos, beso su cabeza y su frente en cada oportunidad mientras hablamos de cualquier tema, amaba su risa y como era tan encantadora, empezó a contarme historias de su familia cuando vivían en Argentina, la escuche atento a todo lo que decía, me gusta escuchar su voz.

Caricia su piel por debajo de su blusa, ella se estremeció al sentir el contactos de mis dedos en su cuerpo, me coloque levemente sobre ella para poder besarla en los labios, un gemido de su boca mientras mi lengua invade la suya, ella se aferra a mi espalda sus manos y yo jadee cuando me muerde el labio inferior, amo come besa y como me toca, esta mujer se ha convertido en mi debilidad.

A través De Tus Ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora