30.

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Ian

Estoy tan enfadado que pudiera golpear a alguien sin razón solo para descargar la adrenalina que estoy sintiendo en realidad había una persona con la cual podía pagar la rabia que tengo adentro, la única persona culpable de toda la mierda que pasa en mi vida.

Abrí la puerta de golpe, él se sobresalto al verme en su habitación, sus ojos se abrieron más por la sorpresa, aprieto mis puños con fuerza mientras me acerco a grandes zancadas, lo agarro de su camisa levantándolo de la silla donde estaba sentado, golpeando su cuerpo contra la pared, él se queja del fuerte golpe en su cabeza pero yo lo presiono más fuerte en contra de ella.

— ¡Sueltame Ian! — Dice molesto tratando de quitar mis manos del cuello de su camisa podía notar que su rostro comenzaba a ponerse roja.

— No pienso hacerlo hasta que dejes de interponerte en mi camino, Brandon. — Gruño enfadado apretando más mis puños.

— Yo no te hice nada, Ian.

— No te hagas el imbécil conmigo, solo quiero que te alejes de nosotros, no te metas con lo que es mio, porque te voy a matar. No me interesa si eres mi jodido hermano, te juro que lo haré.

— ¡Estas loco! — Exclama mirándome aterrado porque sabe que soy capaz de hacerlo. — Acaso no te das cuenta que no te quiere.

— ¿Que no me quiere? — Me río con amargura mientras lo empujo de nuevo contra la pared y él suelta un gemido cerrando sus ojos con fuerza. — Claro que me quiere, solo que tu te metistes en nuestra relación y eso nunca te lo voy a perdonar.

— Yo no me metí en su relación, me busco a mí, me dijo que tu no lo hacías sentir como antes. Solo estabas ocupado en tu trabajo, creía que te habías aburrido. Yo solo quise que no estuviera triste, solamente fui el hombro donde pudiera llorar.

Brandon comenzó a llorar y yo lo solté enseguida, cayó en el suelo y me aleje de él sintiendo que me faltaba el aire en los pulmones, no podía creer las palabras que me decía mi hermano. Eso tenia que ser falso, llevo mis manos a mi cabeza comienzo a caminar de un lado a otro, estaba a punto de volverme loco.

— Lo que dices es mentira, Brandon. — Grito enfadado. — Eres un jodido mentiroso.

— Sino me crees entonces ve y preguntándoselo.

— Eso haré, más te vale porque volveré a matarte ¿Lo captas?

Salgo de la habitación de Brandon echo una furia pero antes de salir de la casa, voy al estudio de mi padre, me acercó al armario y tomo la caja que él tenia guardada en el fondo. Recuerdo que cuando éramos pequeños decía que bajo ninguna circunstancias la sacaramos de la caja al menos que estuviéramos en peligro, pues ahora mismo mi vida y mi futuro están en peligro, pero iba arreglarlo antes que fuera tarde.

×

Me levantó sobresaltado de la cama, las gotas de sudor bajan por mi frente y mi respiración es agitada ¿Que demonios había sido ese sueño? Me llevo la mano a mi sien presionando  mientras cierro los ojos con fuerza para poder despertarme del todo, es la primera vez que sueño con algo así y eso me confundía mucho.

— ¿Estas bien, Ian? — La voz de Christy,  me estremece porque estaba aturdido por lo que había soñado.

— Si lo estoy. — Digo respirando profundamente.

—  ¿En serio? Porque te escuche gritar. — ¿Lo hice? No lo recuerdo.

— Estoy bien, Christine no te preocupes. Puedes dejarme solo por favor.

— De acuerdo. — Se que no le ha gustado mi respuesta pero ahora mismo no quería lidiar con ella ni contarle lo que había soñado. — Estaré abajo por si me necesitas.

En realidad a la única que necesito es a Sarah, quería tenerla a mi lado y poder abrazarla, eso me calmaría mucho y ella ahora no esta aquí. Tomo el teléfono, marco el número uno donde estaba grabado su nombre, entonces repica varias veces hasta que alguien contesta.

— ¿Hola? — Contesta una chica, supongo se trata de su hermana.

— Si, hola ¿Se encuentra Sarah?

— Si pero ¿Quien habla?

— Soy Ian, por favor necesito hablarle, es urgente.

Antes de que ella pudiera contestar, escucho de fondo la voz de Sarah pero no estaba sola puedo oír la de un hombre y ella reía contenta. Siento una presión en mi estómago y un dolor en mi pecho pero solo era la rabia mas que todo por lo celos ¿Quien era ese tipo?

— Ya te la paso... — Aleja el teléfono para poder hablar. — Sarah, tienes una llamada.

— ¿Hola? ¿Quien es?

— Es Ian, estas ocupada por lo que escuche con tu amigo, así que adiós. — Mi voz se escucha dura, cualquiera se daría cuenta de que estoy enojado.

— Ian, por favor. No es lo que piensas, cariño. — Tratando de calmar las cosas.

— Yo no pienso nada, solo se que estas con alguien y yo no quiero molestarte.

— Tu no molestas, es solo un amigo que vino de visita.

— Como sea, hablamos mañana. — Ella dice mi nombre pero a la final termino colgando la llamada.

Sarah debería saber a estas alturas lo celoso que soy ¿Por que entonces estaba con otro hombre? Tenía ganas de ir a su casa y alejar a ese tipo de ella, pero ni siquiera se donde vive. Respiro profundo apoyando mi cabeza en la almohada cerrando los ojos y el sonido del teléfono me sobresalto. Sabía perfectamente de que quien se trataba pero deje que siguiera sonando, no quería hablar con ella.

El sonido de la contestadora sonó y supe que había un mensaje entonces presione el botón para escucharlo.

Ian, no te enojes por algo tan tonto. Mi amigo Tanner vino de Francia a visitarnos unos días, no se porque te pones asi,  si sabes que a la única persona que quiero es a ti. Ya que no me vas a contestar al menos escucha este mensaje, por favor. Te veré mañana, te quiero mi amor.

Luego termina el mensaje, y yo hago una mueca, quizás fui un poco exagerado pero estaba tan acostumbrado a que la gente se alejara de mí, que tenia miedo que Sarah hiciera lo mismo.

Volví a dormirme unos minutos después hasta que medio de la noche, sentí como la cama se hundía, eso me asusto mucho entonces unos brazos presionaron mi estómago.

— Shhh tranquilo, soy yo. — La voz de Sarah susurra suavemente mi oído entonces me relajó en sus brazos. — Perdón por lo de esta tarde, es solo un amigo.

— Lo se, me disculpo por mis impulsos, soy demasiado celoso.

— Ya no importa. — Me da un beso en el cuello con un suavidad. — Te quiero, cariño.

Me volteó entre sus brazos, para poder besarla con ganas como había querido hacer desde que se fue, mi lengua toca despacio la suya, moviéndolos en sincronia, encajabamos perfectamente, muerdo su labio y ella gime en boca, mientras nuestros cuerpos se tocan y ese fuego vuelve a encenderse, me excitaba tanto que no podía aguantarme, quería poseerla de todas las maneras posibles y esta noche es momento que la haga mía.

*Volví a subir la foto de Tanner en el multimedia *

Si llegamos a los 20 votos entonces subo otro capítulo :)

Saludos, tengan un lindo domingo.



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