Maratón 2/3
Sarah
Llegue a casa agotada con ganas de lanzarme en la cama y dormir por 100 años, cuando iba a abrir la puerta me encuentro de frente con el novio de mi hermana.
Hago una mueca y ruedo los ojos para entrar cuando él me toma del brazo para encararlo y lo miro sorprendida, trato de safarme de su agarre pero se rehúsa al soltarme.
— Cada día estas más hermosa, Sarah. — Dice lameando sus labios mientras me mira de arriba abajo y me siento asqueada.
— ¿Estas loco, Austin? Es mejor que me sueltes antes de que te saque los jodidos dientes un golpe. — Casi gritándole enfadada, él enseguida me suelta.
— Solo era un cumplido, no se porque te pones a la defensiva. — Dice sonriendo.
— ¿Acaso estas drogado? — Digo frunciendo el ceño. — No quiero tus cumplidos, recuerda que eres el novio de mi hermana. Y estoy a esto de decirle la clase de persona que eres por andar coqueteando conmigo.
— Espera un segundo, no estoy coqueteando contigo, se perfectamente que tengo una relación con Katie.
— Bien, entonces no te comportes como si yo te gustara e igual te estaré vigilando.
Lo miro de la gana mala mientras entro a la casa y le cierro la puerta en la cara, la actitud de Austin me pertubaba mucho porque parece que le gusto por la forma como me mira o me trata pero siempre lo hace cuando mi hermana no esta cerca.
Veo a Katie sentada en el sofá con sus pies apoyadas en la mesita mientras se pinta sus uñas.
— Hola Katie. — Ella voltea a mirarme y sonríe.
— Hola Sarah. — Me siento a su lado en el sofá y tiro mi bolso al otro mueble cerca mí y suspiro largamente agotada — Te ves cansada, deberías irte a dormir.
— Si en realidad lo estoy. — Digo frotando las yemas de mis dedos contra mi sien.
— ¿Acaso el ciego te da mucho trabajo?
— No le digas de esa forma.
— ¿No lo esta? — Resopla y vuelve su atención a su pedicure.
— Si pero no me gusta que te refiera a él como el ciego, tiene nombre y se llama Ian.
— Uy tranquila, Sarah. Cualquiera que te escuche pensaría que te gusta. — Dice riendo pero me quedo callada mientras me muerdo el labio.
Ella frunce el ceño para luego abrir la boca sorprendida: — ¡Te gusta! — Chilla incrédula. — Estas enamorada del cie... Digo de Ian, no puedo creerlo.
— Si me gusta, aun no se si es amor sabes. Creo que es demasiado pronto para hablar de eso pero hasta ahora las cosas van a la perfección. — Sonrió como idiota al recordar a Ian.
— ¿Por que no me contaste eso? — Dice molesta. — Se supone que soy tu hermana y tu mejor amiga, debí enterarme de esto desde el principio y ahora mismo quiero los detalles.
— Bueno no te conté porque aun no tenemos una relación apenas estamos comenzando, él al principio se comporto horrible conmigo pero luego hubo un cambio dastrico en él. De un momento a otro comenzó a tratarme bien y llegamos a besarnos por primera, te juro que fue un beso tan hermoso, aún puedo recordar y sentirlo, pensé que no iba pasarme con nadie de nuevo pero Ian me hizo darme cuenta que no puedo cerrarle la puerta a mi corazón.
— Tienes razón pero nunca pensé que lo harías con uno de tus pacientes además lo prometiste luego de que murió Morgan.
— Lo se Katie. — Suspiro con frustración porque habia sufrido demasiado con Morgan no solo por su enfermedad sino también por su familia y mi hermana lo sabia mejor que nadie paso un mes consolandome cuando él murió.
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A través De Tus Ojos.
General FictionÉl tuvo un grave accidente que lo dejo ciego cuando tenia 20 años ahora tiene 30 desde ese momento ha permanecido encerrado y solitario en su propia casa, su padre que es el único pariente que tiene esta preocupado por él decide contratar a una enfe...