O1 ⁞ Flores

2K 196 117
                                    

Comenzó como un otoño usual, aunque pronto dejaría de serlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Comenzó como un otoño usual, aunque pronto dejaría de serlo. Hwang Hyunjin salió de su apartamento con su maleta y los audífonos puestos, admirando las hojas doradas que comenzaban a decorar la ciudad y disfrutando de la tranquilidad de pasar desapercibido entre tantas personas.

Su misión del día era encontrar una linda cafetería para sentarse a leer y escribir sin ser molestado por nadie. Hyunjin vivía encerrado en su apartamento durante el resto del año, pero cada otoño le gustaba salir para visitar cafeterías y parques. La estación anaranjada era tan poética que prefería dejar de ser un ermitaño solo para disfrutar de su belleza.

Después de caminar una media hora encontró el lugar perfecto, una cafetería nueva que nunca antes había visitado. "Chimmug Café" decía el letrero blanco en la fachada. Parecía ser un lugar tranquilo y lindo, pero en especial lo que más le llamó la atención fueron las macetas con flores anaranjadas que decoraban la ventana por fuera.

Entró a la cafetería sin dudarlo y se quedó un par de minutos inmóvil, analizando una por una las mesas, junto con los pros y contras de sentarse en cada una de ellas. Finalmente tomó asiento en la mesa del rincón, al lado de la ventana. Allí tendría la suficiente cantidad de luz, una linda vista hacia afuera de la cafetería y además nadie se acercaría a molestarlo.

Hwang observó el lugar en el que se encontraba. Una suave música lofi sonaba en el fondo, habían macetas con flores anaranjadas sobre cada mesa de madera y otras macetas colgando de las paredes, lámparas redondas de luz cálida pendían del techo... pero su análisis de la cafetería fue interrumpido por un mesero que se acercó a la mesa sonriendo.

—Bienvenido a Chimmug Café... ¿Qué le gustaría ordenar? —preguntó el mesero en voz baja, a duras penas se escuchó lo que acababa de decir.

—¿Tienen café macchiato? —respondió Hyunjin, en su tono frío usual. Ni siquiera tuvo que pensar su pedido, siempre ordenaba lo mismo en todas las cafeterías.

—Eh... Sí, claro... —el mesero miró al piso y luego volvió a mirar a Hyunjin, aún sin quitar su sonrisa nerviosa. Claramente le costaba mucho hablar—. ¿Desea... pedir algo más?

Como respuesta simplemente negó con la cabeza y el mesero se retiró. Hyunjin abrió su maleta y sacó su libro, su libreta negra, un bolígrafo y un portaminas. No tardó en comenzar a leer y a garabatear palabras y versos en las márgenes del libro. Hwang tenía una manera caótica de leer... Las ideas y las rimas florecían y se enredaban en su mente cuando leía, así que las pobres páginas de sus libros siempre terminaban llenas de rayones y letras desordenadas.

Pero siempre usaba lápiz, por el bienestar de sus preciados libros. No era tan desalmado como para rayarlos con un bolígrafo.

Después de unos minutos el mesero volvió con el macchiato y lo dejó sobre la mesa. Hyunjin se sorprendió al ver su café. Tenía un precioso decorado con crema, eran un par de hojas cayendo, una perfecta ilustración de las hojas doradas de los árboles en esta época del año.

❝ flores anaranjadas › hyunsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora