11 ⁞ Bellota

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Ese lunes Jisung se saltó el almuerzo para llegar temprano al trabajo, pero no sirvió de nada porque se distrajo por media hora tomándole fotos a un arbusto de flores nuevo que descubrió en el campus de su universidad

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Ese lunes Jisung se saltó el almuerzo para llegar temprano al trabajo, pero no sirvió de nada porque se distrajo por media hora tomándole fotos a un arbusto de flores nuevo que descubrió en el campus de su universidad.

Llegó a Chimmug Café sin aliento después de correr desde la parada del autobús y golpeó la puerta suavemente un par de veces. Un Yongbok ardiendo en furia abrió la puerta y arrastró a su amigo de la mano hasta el cuarto de empleados.

El señor Bang Si-Hyuk, el dueño de la cafetería, lucía molesto. Miró el reloj colgado en la pared, que claramente marcaba la 1:45pm y luego regresó su mirada cortante a Jisung.

—Creí que Yongbok te había informado que esta reunión iniciaría a la 1:30pm en punto —hizo énfasis en las últimas dos palabras.

—Así fue, señor —respondió Han con sus manos en la espalda y su mirada pegada al piso—. Hoy tuve un contratiempo, de verdad lo siento. No volverá a ocurrir.

—¿Recuerdas lo que pienso sobre la impuntualidad? —le preguntó a modo de examen.

—Que es intolerable, señor —respondió Jisung con las palabras bien grabadas en su mente.

—¿Este es un comportamiento frecuente? —Si-Hyuk se dirigió a Yongbok esta vez.

—No, señor. Esta es la primera vez que Jisung llega tarde —mintió para ayudar a Han, aunque en el fondo quería golpearlo con la escoba que se encontraba junto a ellos.

—¿Me das tu palabra? —le preguntó a Yongbok nuevamente.

—Sí, señor —Bokkie llevaba más de 2 años trabajando en Chimmug Café, pero todavía se refería a su jefe como "señor". Si-Hyuk a veces era tan intimidante que era imposible no hacerlo.

—Está bien. Si Yongbokkie lo dice ha de ser cierto —el dueño de la cafetería se relajó y una sonrisa amable se pintó en su rostro. Como si fuera una persona bipolar que acabara de cambiar a su personalidad dulce y comprensiva—. No vuelvas a llegar tarde, Jisung. ¿De acuerdo? —preguntó esta vez en un tono juguetón.

—De acuerdo —Jisung dejó de sentir presión y levantó su mirada a los ojos de su jefe, quien le asintió en aceptación.

—Bueno, como le decía a Bokkie... mi hijo será el reemplazo de Heejin —explicó Si-Hyuk—. Desde hace tiempo quiere trabajar aquí así que decidí darle una oportunidad. Durante el turno de trabajo él se encargará de la caja registradora y de lavar los platos.

Se escuchó el sonido de la cisterna del baño de servicio.

—Justo ahora está en el baño —narró el dueño de la cafetería riendo levemente, mientras señalaba hacia la puerta del cuarto de empleados que daba al pequeño baño de servicio—, pero al parecer ya no tarda en salir. Aunque sea mi hijo quiero que traten a Heeseung como a un empleado cualquiera y que me informen cualquier falta disciplinaria si llega a ocurrir. ¿Les parece bien?

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