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Cuando llegó el lunes Han seguía en pánico porque Yongbok le había dicho su nombre a uno de los clientes

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Cuando llegó el lunes Han seguía en pánico porque Yongbok le había dicho su nombre a uno de los clientes.

El chico de la mesa del rincón no era nadie especial para Jisung, la verdad ni siquiera le había dado importancia a su existencia. Es cierto, cada vez que le hablaba lo hacía susurrando por el pánico... pero era exactamente igual con todos los otros clientes. Es cierto, se esforzaba mucho con los dibujos en su café... pero así mismo se esforzaba mucho con los dibujos de crema para todos los cafés con crema que le pedían.

¿Será que aquel chico misterioso había interpretado mal las señales? Han ni siquiera había intentado enviarle ninguna señal en primer lugar, pero... ¿y si ese cliente pensaba que sí?

Jisung se la pasó todo el fin de semana pensando en el chico de la mesa del rincón. No quería hacerlo, era un simple cliente como todos... pero el hecho de que ahora supiera su nombre lo llenaba de un miedo incontrolable. Se sentía stalkeado. Ese chico ahora sabía su nombre, pero en cambio Han no sabía nada sobre él.

Quizás si le preguntaba su nombre estarían a pases.

"Que idea tan estúpida" pensó Jisung rápidamente. Si le preguntaba su nombre el chico pensaría que está interesado en él y no era así. Sería mandarle otra señal incorrecta. Además, a duras penas podía hablarle a los clientes sobre sus pedidos, no hay forma en la que su ansiedad social le permitiría decir 'Disculpa, ¿cómo te llamas?'.

¿Pero entonces qué iba a hacer? No podía dejar que una persona desconocida supiera su nombre. Era aterrador el simple hecho de pensar en ello. ¿Cómo saber que sus intenciones eran buenas? ¿Quién era ese chico? Quizás no podría averiguar su nombre pero al menos quería saber qué tipo de persona era.

Solo para saber si debía preocuparse o no.

Así que cuando vio al chico misterioso llegar a la cafetería ese día, a las 4pm como siempre, sintió alivio y miedo al mismo tiempo. Alivio porque ahora tenía una oportunidad de averiguar quién era esa extraña persona que sabía su nombre... y miedo porque esa extraña persona sabía su nombre.

Al caminar hacia la mesa del rincón comenzó a entrar más y más en pánico. ¿Cómo se supone que iba a tomar su orden?

Respiró profundo para intentar controlar su miedo... pero al llegar se quedó congelado. Miró al chico en silencio. El chico le sonrió. Han bajó la mirada y escondió sus brazos detrás de la espalda. Sus manos temblaban. Esa situación era demasiado para manejar. Quería romper en llanto o salir corriendo.

Pero tenía que seguir adelante. No podía perder su trabajo por culpa de una estúpida crisis de ansiedad.

—¿Lo de siempre? —balbuceó todavía mirando al suelo.

—¿Perdón? —Hyunjin no había entendido lo que había dicho el mesero.

Han levantó la mirada lentamente. Miró la maceta sobre la mesa, el libro del chico misterioso, su bolígrafo, su portaminas, su libreta... Mirar las cosas alrededor era una técnica para manejar las crisis de ansiedad, le permitía salir de su propia cabeza y de sus sentimientos abrumadores.

❝ flores anaranjadas › hyunsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora