☕ ⁞ ❝ Ahí está tu sonrisa, enamorándome deprisa. ❞
Jisung trabaja como mesero en la cafetería Chimmug y allí podrás ver al mismo chico en la mesa del rincón todos los días... Su nombre es Hyunjin y quizás viene por algo más que el café.
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—Vámonos, llegó nuestro Uber —dijo Jisung parándose de la cama rápidamente.
—¿Nuestro qué? —preguntó un Hyunjin aún medio dormido, quitando la mirada de su celular para posarla en Han.
—Nuestro Uber. Vámonos, hyung —repitió.
—¿Cuál Uber? —apagó la pantalla de su teléfono y lo dejó a su lado en la cama.
—Pedí un Uber para nosotros y ya llegó. Ven, vámonos rápido —Jisung tomó una mano de Hyunjin y la haló hacia él, pero no obtuvo ningún resultado.
—¿¿Estás loco?? —se soltó del agarre de Han al preguntar—. Son las 9 de la mañana y aún no hemos ni desayunado.
—No importa, hyung, no hay tiempo. Ya llegó el Uber —insistió.
—Entonces cancela el Uber —propuso Hyunjin con astucia—. Podemos pedir otro en un rato.
—No, no podemos... Esto es urgente —Jisung volvió a halar una mano de Hyunjin. Esta vez el poeta se dejó llevar y se paró de la cama.
—¿Qué? ¿Estás bien? ¿Pasó algo? —preguntó aceleradamente, ahogándose en la preocupación.
—Sí, estoy bien. No me refería a que era una urgencia médica —Jisung soltó una pequeña risa y caminó hacia el sofá de la habitación—. Sólo es urgente y ya —tomó su bolso de fresita que se encontraba ahí y lo colgó en uno de sus hombros.
Era gracioso ver a Jisung con una pijama completamente negra puesta y un colorido bolso morado encima.
—¿Tan urgente que no puede esperar a que nos cambiemos la ropa? —volvió a preguntar, esta vez con confusión en lugar de preocupación. Todas las pijamas de Hyunjin eran muy parecidas y como ambos tenían puesta una, parecía que estaban usando exactamente la misma pijama negra.
—Exactoo —tomó una mano de Hyunjin—. Vámonos.
—Oh, nonono —soltó su mano y caminó hacia la esquina llena de cajas en la habitación—. Estamos en otoño, debe estar helando afuera. Si no hay tiempo para cambiarnos la ropa al menos busca aquí un sweater para usar encima y luego nos iremos —dijo acuclillándose y abriendo una de las cajas.
—El frío no importa, hyung. Sólo vámonos —a Jisung no le disgustaba el frío. Era evidente por ejemplo en el hecho de que la noche anterior haya decidido salir sólo con una camisa y un sweater vest puestos, sin importarle el frío otoñal de la noche.
—Abrígate o no iremos a ninguna parte —exigió Hyunjin, luego se puso de pie al encontrar el sweater gris que quería y se lo puso rápidamente—. Busca un sweater o abrigo o lo que quieras.
Han rodó los ojos, pero se acercó a la esquina de las cajas sin discutir más. Hyunjin le indicó cuales eran las cajas con ropa y comenzó a buscar allí, pero rápidamente algo llamó su atención.
