☕ ⁞ ❝ Ahí está tu sonrisa, enamorándome deprisa. ❞
Jisung trabaja como mesero en la cafetería Chimmug y allí podrás ver al mismo chico en la mesa del rincón todos los días... Su nombre es Hyunjin y quizás viene por algo más que el café.
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Jisung revisó su ubicación en Naver Map* unas 3 veces, confundido, pero al parecer no se había equivocado de lugar, estaba justo en la dirección que le había dado el hermano de Hyunjin. Pero... no podía ser. Era una mansión. La propiedad estaba rodeada por una elegante reja negra, tenía un jardín delantero, una entrada principal, una entrada de servicio y un garaje enorme en el que de seguro cabían al menos unos 3 autos.
No era posible que este fuera el lugar correcto... ¿o sí?
'¿¿Entonces Hyunjin solía vivir en una mansión??' pensó Han para sus adentros. 'Ahora solo falta que sea un príncipe heredero a la corona'.
Caminó a lo que parecía un intercomunicador muy moderno y analizó los botones detenidamente. Presionó el que parecía tratarse del timbre, con miedo, pensando que podía activar una alarma o quién sabe qué más si se trataba del botón equivocado.
—¿Quién es? —preguntó una voz a través del intercomunicador. Se parecía a la voz con la que había hablado por teléfono.
—Han Jisung... —se presentó en voz baja, sintiendo pánico escénico pues acababa de encenderse el flash de la cámara del moderno aparato con el que estaba interactuando.
—¡Gracias por venir! —respondió la voz alegre—. Ya te abro.
La linda reja negra que rodeaba la mansión se abrió automáticamente. Jisung entró a pasos lentos, dubitativo, y atravesó el jardín frontal hasta llegar a la puerta de entrada, que pronto vio abrirse, revelando a un chico delgado de cabello negro.
—Hola Jisung. Soy Jungwon, es un gusto —ofreció su mano, que Han estrechó tímidamente.
—Hola Jungwon... —su voz a duras penas logró oírse, en su mayoría gracias al silencio de la noche. Ya habían hablado por teléfono, pero esto era distinto, era una conversación en persona con un desconocido... y Jisung no era muy bueno en eso. Se sentía pequeño. Bueno, de hecho era pequeño. Jungwon lucía menor que él, pero aún así le ganaba en altura por unos cuantos centímetros.
—Sigue, por favor. Debes tener frío —dijo el pelinegro haciéndose a un lado. Han en efecto tenía frío, traía puesto uno de sus clásicos outfits con una camisa blanca y un sweater vest, que a pesar de ser lindo era completamente inútil para el clima nocturno otoñal.
[Outfit]
Al entrar a la casa el estado de shock de Jisung aumentó. Todas las paredes de la enorme casa eran blancas, cuadros elegantes adornaban las paredes y muebles de diseñador decoraban el lugar. Quizás Hyunjin en verdad era un príncipe heredero.
—Oh, ¿te gusta la fotografía? —preguntó Jungwon, señalando el celular de Han, que había usado para ver Naver Map y aún lo sostenía en sus manos. La funda del teléfono parecía una cámara antigua.
—Sí, me gusta mucho... —intentó hablar a través de su timidez, pero su voz seguía sonando tenue—. Es como... Es, es como poder congelar un instante del tiempo, pero con tus propios ojos... E-es como enmarcar en un pequeño rectángulo tu forma de ver el mundo.
