roommate ─ kooktae au

pelis y regalos

Después de la divertida noche patinando y riéndose con obvia complicidad, tuvieron que regresarse a la casa del azabache y si no lo hacían antes de que fuera más tarde, la castaña no podía disfrutar al menos un rato con su familia en esas fechas.

En menos de unas cuantas horas, sería 25 de diciembre y la pareja la pasaría tranquila con una noche de películas. Para JungKook era una fortuna el haber encontrado a alguien que adorara otro género de películas en vez de sólo las románticas, y no lo negaría, pero le ponían muy incómodo verlas. Porque a él siempre le hubiera gustado tener algo así desde el principio.

Pero ahora tenía a Taehyung, así que las cosas se volverían distintas con el paso de los meses.

Su lindo castañito eligió una película de terror a unas horas de la navidad excusándose que así tendría pretexto de poder abrazarlo, pero Taehyung no tendría porqué tener alguna excusa, él se dejaría envolver entre sus brazos y acurrucarse con él en su cama todo lo que fuera posible.

Entre su abrazo un pequeño grito salió de la garganta del castaño provocando un respingo en JungKook quien estaba a nada de comenzar a soñar.

—¿Qué pasó? —Preguntó con voz ronca y envolviendo a Taehyung otra vez en sus brazos atrayéndolo hacia él, recostó su cabeza en su pecho.

—Anabelle es fea y eso me dió miedo —Rió un poco antes de que otra escena de suspenso y ruidos fuertes apareciera, lo asustara. La risa de JungKook le llegó a sus oídos—. No te rías, no me parece gracioso.

JungKook volvió a reír en bajo.

—Pero si tú la elegiste, no me culpes por reírme —JungKook subió una de sus piernas alrededor del cuerpo—. Ven acá, yo te cuido porque estás chiquito.

—No estoy chiquito —Refunfuñó haciendo un puchero con sus labios. Llevó su mano derecha al cabello del mayor para comenzar a acariciarlo.

—Claro que sí, nadie me lo podrá negar —Besó el pecho de Taehyung y las caricias a su cabello comenzaron.

Taehyung se sentía tan bien estando de esa manera con él. No podía describir la felicidad que sentía.

Miraba la televisión sin prestarle realmente atención. Sólo podía pensar en el chico que estaba acurrucado contra él y con el que pasaría su navidad entre besos y abrazos.

—Gguk... —Murmuró bajándole el volumen a la televisión.

—¿Mhm? —Los ojos de JungKook ya estaban cerrados, su cuerpo estaba relajado y quedaba poco para que se fundiera en un sueño profundo.

El castaño se pensó lo que le diría. Miró la hora en su celular y lo volvió a dejar en el buró de al lado de la cama.

—Feliz Navidad.

Apagó de golpe la televisión y se acomodó a la altura de JungKook dejando un beso casto en sus labios.

El pelinegro sonrió por el toque en sus labios y susurró: —Feliz Navidad.

Taehyung abrazó a JungKook y sintió como el brazo que lo tenía recluso se apretaba más a él, como si nunca quisiera que se fuera de su lado. Ahora podía agradecer a su familia por no poder reunirse ese año, si tenía a JungKook, no los necesitaría.

—Te quiero, Gguk y mucho —Besó su pómulo y los tapó a ambos.

Ésa noche pudieron descubrir que, el cariño que sentían mutuamente por el otro era más grande de lo que pensaban. Su respiración se reguló al segundo después de confesarle al aire que quería mucho al chico al que estaba abrazado.