talento

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JungKook estaba en su asiento dibujando muy concentrado, a pesar de tener al lindo castaño a su lado y después de explicarle rápidamente lo que tenía que hacer, no había despejado su mirada de su sketch desde entonces. Taehyung editaba las fotografías que había tomado y por recomendación de su profesor, pidió que le tomara más de las fotos a su compañero de equipo y que lograra resaltar su trabajo en él; el menor se dedicó a eso, a pensar en dónde más podría tomarle fotos y cuantas, ya que esperaba que sus trabajos finales fueran del gusto de los dos profesores a cargo.

El profesor que daba sus clases de dibujo y pintura, pasó a un lado suyo, este tenía una fascinación por el talento nato de JungKook. Era el mejor alumno que pudo conocer y que a pesar de demostrar lo sencillo que era para él retratar a alguien o sus pensamientos en un cuaderno, sabía que se esmeraba mucho.

—JungKook —Lo llamó su profesor que se posó a un lado suyo, y detuvo el movimiento de su mano—. Quiero que vayas a mi escritorio, por favor. Y trae tu sketch contigo.

Taehyung volteó a verlo cuando la voz del mayor de los dos se escuchó muy cerca y vio al pelinegro levantarse de su lugar en silencio y caminar a paso lento hasta el lugar que le indicó el profesor.

—¿Qué ocurre profesor, había algo mal en mis dibujos? —Suelta una vez frente a él en voz baja.

—Todo lo contrario, son espectaculares. ¿Me dejas ver? —Extiende su mano en espera en que JungKook pueda darle su libreta. Algo confundido del porqué fue llamado, se lo entregó—. Estuve pasándome varias veces por tu lugar y me fijé que al único quien retratas es a tu compañero.

El cuaderno que usaba JungKook para sus clases era totalmente distinto al que usaba para sus cosas personales, y aun así, lo único que encontró eran dibujos de Taehyung. En las únicas hojas que había ocupado, sólo podía hallar el mismo rostro.

—Me gustaría que te centraras más en él todavía. Por ejemplo, aquí hay uno o dos dibujos de personas distintas, y sinceramente no me transmiten nada. En cambio, al ver que dibujaste varias veces a este chico estando en diferentes lugares, con distintos atuendos y más cosas a su alrededor, me dan aires y me transmiten diversas cosas —Cerró de nuevo el cuaderno y se lo entregó a JungKook—. Quiero que tu trabajo final sea un cuadro de él. Como quieras hacerlo y con el material con el que más te guste trabajar, ¿de acuerdo?

JungKook asintió en silencio con una sonrisa. Pensó que al pararse frente a su profesor recibiría alguna queja sobre su estilo de dibujo o algo similar, pero al final de todo salió muy elogiado.

—¿Y, JungKook? —El azabache estaba por darse la vuelta e irse pero su voz lo frenó—. Haces un gran trabajo, llevas a un artista dentro tuyo.

Susurró un pequeño gracias y se encaminó de nuevo a su lugar con la mirada de varios posada en él al verlo con las mejillas rojas. Los pensamientos de JungKook iban en torno a un lindo y guapo castaño que también lo miraba caminar hasta lograr sentarse. JungKook de había imaginado a Taehyung en distintas situaciones, con distintas expresiones y conjuntos. Su mente volaba alrededor del menor y le era extraño, no entendía que era esa sensación en el pecho cuando Taehyung le sonreía inocentemente o tocaba su mano o alguna parte de su cuerpo para pedir su atención. Simplemente era extraño.

roommate ─ kooktae au  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora