roommate ─ kooktae au

bogum sin pitulín

Taehyung, unos días después de lo ocurrido se encuentra caminado junto a su novio directo a una de sus clases del día, quien lo acompañaba para "escabullirse" a la clase de filosofía de la psicología de Taehyung y pasar tiempo con él aunque no hablaran en toda su estadía en el salón de clases, ya que sabía cuán de importante era su carrera para su novio. Así que no le importaba el hecho de no hablar porque estaría con él, y por suerte no tendría clases lo que restaba del día, ya que sus dos últimos profesores faltarían.

—Espérame aquí, Tae. Iré a la máquina expendedora, que la de esta área está muy surtida. No te muevas de aquí —asintió comprendiendo soltando su mano. Tenía suerte que la maquina aquella no estaba tan lejos de donde se encontraba parado y sólo eran unos cuantos pasillos que tenía que recorrer JungKook, así que no le sentaba mal el esperarlo.

Viendo a su novio salir corriendo al pasillo de la derecha como niño pequeño que necesitaba con urgencia algo extremadamente dulce que lo haría sumamente feliz, se dio cuenta lo desierta que estaban los pasillos, si acaso eran pocos los alumnos que caminaban por ahí.

Sin moverse de su sitio, cómo le había dicho JungKook, miró la hora en su celular. Faltaba muy poco para que su clase comenzara, pero no le haría daño esperar al azabache y atrasarse unos minutos. Al fin y al cabo, no quedaría mucho para que todas sus clases se acabaran. Y aún así, su profesor les permitía únicamente diez minutos de retraso, no le hacía mucho problema.

Escuchó unos pasos aproximarse para girar al pasillo donde él se encontraba, y hubiera ignorado rotundamente a la persona que pasaría si no fuera porque al frente suyo se hallaba Park Bogum, el imbécil número dos.

—Oh, ¿qué hace el lindo de Taehyung aquí parado sin hacer nada, cuando debería de estar en clase? —se acercó a él aligerando el nudo de su corbata.

—¿Tú qué haces por acá? Tu edificio está del otro lado del campus —preguntó tanjante, retrocediendo un paso.

Le parecía increíble que siguiera dirigiéndole la palabra sabiendo a la perfección lo que había ocasionado y, al parecer, sin ninguna culpa.

—Eso no te importa —contestó con una sonrisa sarcástica—. ¿Qué tal tu fin de semana?

—Eso no te importa —respondió de la misma manera y con la misma facción en su rostro.

—¿Y, con tu novio, qué tal? —el tono burlón no se le escapaba a Taehyung, sabiendo que lo preguntaba a propósito.

—¿Por qué siquiera te importa? Debería darte vergüenza ser así, y también para venir a hablarme después de lo que provocaste —Taehyung se sentía muy molesto y en el fondo algo dolido, le había dado su confianza y amistad a un chico que sólo quería aprovecharse de su amabilidad.

—¿Qué? Yo sólo te trataba como tú me tratabas.

—¿Nunca te han tratado bien? Un beso en los labios no es muestra de afecto si la persona ya tiene pareja y menos si no quiere. Bogum, lo que hiciste estuvo mal —frunció el ceño dando otro paso en retroceso, la mirada que Bogum tenía encima de él no le daba buena espina—. Y por favor, no me vuelvas a hablar ni tocar en tu vida.

Bogum, divertido por la situación y el rostro de espanto de Taehyung, no hacía menos que disgustarle. Hasta en esos casos, Taehyung seguía conservando sus lindas facciones; como si estar enojado le fuera algo hermoso de ver. Y, acercándole su rostro, Taehyung no se inmuta porque no le tendría miedo no sería intimidado por alguien como él.