mi estrella favorita

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día dieciséis

Las noches de velada eran las más tranquilas y bonitas para Taehyung. Tener a JungKook entre sus brazos o él estar en los suyos, era una sensación gratificante y cálida.

La llegada de la luna y las estrellas que brillaban con fuerza en el cielo, lo convertía todo en un ambiente relajante con aquella brisa que acariciaba sus mejillas cuando salía a mirar las calles por el balcón de su hotel.

Habían pasado ya varios días de su estadía en aquella ciudad que con cada segundo lo terminaba enamorando de más. Y estando con JungKook, ese momento de tranquilidad y en sus brazos, lo hacía todo más bello.

Miraban una película de Disney, hace un tiempo descubrió que JungKook tenía una fascinación por ellas y no desaprovecharía la oportunidad de complacerlo y hacerlo feliz. Taehyung acomodó su cabeza en el pecho fornido del azabache y se acurrucó en él, apretando su abrazo para sentirlo lo más cerca posible.

El contrario al sentir el apretón en su cuerpo, optó por darle un beso al cabello de su novio, sin dejar de mirar la televisión.

«La princesa y el sapo» se reproducía ante sus ojos, y aunque era una película infantil, JungKook las adoraba. Mucho más que aquellas filmes de adolescentes que sacaba Netflix en un vago intento de llenar su apartado de películas.

Cuando era pequeño, su madre siempre las veía con él para calmarlo y distraerlo del infierno que vivía a esa corta edad, dejando a un lado el hecho de que su padre biológico había intentado golpearlo reiteradas veces aún cuando su madre lo había alejado de él para protegerlo. Pero eran recuerdos que prefería siguieran guardados o, mejor aún, que estos ya no existieran en su cabeza.

Atrayendo a su cuerpo —si es que se podía mucho más— abrazó a Taehyung, sintiéndose amado y protegido por sus brazos que no tenían intención de soltarlo en ningún momento. Y, puesto que, sentía esa emoción y amor que le transmitía el castaño, se cuestionó el hecho de estarlo lastimando, fingiendo que nada ocurría con él y su alrededor.

Él estaba seguro que quería a Taehyung... mucho más de lo normal, su cabeza era un revoltijo y necesitaba ayuda, y no de un amigo. Sus amigos no necesitaban cargar con sus cosas, como lo hizo con YoonGi aquella tarde para comprar sus anillos de promesa.

JungKook cerró los ojos y se mordió los labios sintiendo ese nudo en su garganta y sus ojos picar, molestándolo. Afortunadamente, su novio estaba más concentrado en la pantalla que en él, así no vería el desastre de emociones que se estaban presentando en su rostro y corazón, haciéndolo ver débil.

JungKook quería llorar en brazos de Taehyung y que le dijera que todo estaría bien porque él permanecería a su lado sin importar qué.

Pero sabía que eso era una mentira, si él hubiera visto los mensajes que YoonGi había enviado y que él borró inmediatamente, lo detestaría. Y más porque el otro pelinegro de ojos gatunos no sabía el contexto de sus emociones, ya que de eso no le gustaba hablar.

Se estaba preparando mentalmente para un final que le dolería a él y al lindo y angelical chico que se hallaba cómodo entre sus brazos.

La parte de la película que más le gustaba había llegado, aquella en la que el príncipe Naveen y Ray hablan sobre la propuesta que le haría el príncipe a Tiana. Donde Ray confesaba de nueva cuenta su amor por esa estrella reluciente que no hacía más que brillar en la noche oscura, en donde sus ojos brillaban cada que la veía y donde no podía evitar sonreírle cada que la mencionaba.

Ray estaba enamorado de Evangeline. Y JungKook de Taehyung.

Pero él terminaría dañando a su estrella, y no quería apagarla.

Dejándose llevar por la situación, el susurro de JungKook llegó a oídos de Taehyung, sorprendiéndolo y causando un sonrojo, que aunque no pudiera verlo a la perfección, JungKook sabía que estaba ahí.

—Taehyung, ¿sabías que tú eres mi Evangeline? —dejó un beso en la punta de su nariz cuando el castaño alzó su cabeza para verlo mejor.

La sonrisa que surcó en sus labios había sido la más hermosa de todas, y JungKook temía que ya no existiera más.

Ninguno de los dos quería que ese viaje culminara, permitiendo quererse en la ciudad del amor, entre sábanas blancas y estrellas fugaces.
























‎، 🎀 𓂃 🐮 ꩜

estúpido netflix, cancela series re buenas y hace más pelis del stand de los besos, q bronca

roommate ─ kooktae au  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora