Las semanas seguían pasando con mucha rapidez, la pareja se turnaba en ir al departamento del castaño un día o al otro al del mayor, pero siempre procurando estar juntos. Las sonrisas, los besos y abrazos, era todavía mucho más frecuentes cuando se veían.
Taehyung había pasado un gran mes junto con su cachorrito llamado Yeontan. Ahora tendría que ver por alguien más que él mismo y procuraría darle lo mejor a aquel Pomerania que llegó a su vida de sorpresa.
Mirándose al espejo terminándose de arreglar para su cita de febrero, Taehyung le sonrió a su reflejo del espejo.
«Me veo increíble», pensó después de tomarse una fotografía en el espejo de gran tamaño. Y antes de asentar su celular, el tono de notificación que avisaba que un nuevo mensaje de Jungkook había llegado, lo distrajo.
Una vez leído, se apresuró a llamar a Yeontan para colocarle su correa y todo lo que tenía que llevar para él y no se aburriera afuera. Proporcionándole un beso en su cabecita, salieron del departamento deprisa.
[...]
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