—¿Querer... En qué sentido? —me obligué a preguntar.
—En... El de algo más. —dijo él al tiempo que sus mejillas se sonrosaban.
¿Qué se suponía que debía responder? No. No lo sabía. ¿Lo quería? Creo que la respuesta era no, pero no quería hacerle daño.
—Zayn, yo... Nunca he querido a nadie en ese sentido. —admití.
—¿Pero lo haces ahora? —insistió preguntando.
—No lo sé. —respondí sinceramente.
Él alargó la mano y la colocó sobre mi pecho, y yo no opuse resistencia. Después agarró mi mano y la colocó también sobre su pecho. Se acercó a mí y me besó. Y me sorprendió el modo en el que su corazón empezó a palpitar rápidamente en su pecho, lo sentía. Me separé de él y lo miré, sonreía, y yo también lo hice sin saber el por qué.
—¿Lo sientes? —me susurró, y yo asentí con la cabeza.
Cogió mi otra mano y apartó la suya para colocarla sobre mi pecho. Mi corazón también palpitaba rápido, más de lo normal. ¿Y qué significaba eso?
—Lo siento. —susurré, y lo miré a sus preciosos ojos miel.
—Me quieres. —y aquello no era una pregunta, sino una afirmación.
—¿Lo hago? —fue una pregunta más que nada. Él me besó de nuevo y tiró de mis brazos colocándolos en su cintura, yo las moví hasta su trasero y acaricié sus nalgas heridas. —Siento esto. —le susurré.
—No importa. —me susurró él. Lo besé de nuevo. Realmente me encantaba hacerlo, y me encantaría seguir con lo que dejamos antes a medias.
—¿Todavía quieres perder la virginidad? —le pregunté, y él torció la cabeza con las mejillas levemente rojas.
—¿Por qué?
—Porque quiero que lo hagas conmigo. —dije, sin cortarme un pelo. Él se sonrojó y me sonrió.
—Sí. —dijo. Yo agarré su mano y tiré de él hacia la puerta. —Espera. —me frenó, y yo me paré. —Willa, voy desnudo.
Rodé los ojos.
—Vamos, Zayn, está unos metros más allá. —le dije.
—¿Y si alguien nos ve? —me preguntó.
—No nos verán. —aseguré. Abrí la puerta y me asomé. —¿Ves? Nadie. —dije después de comprobar que el pasillo estaba vacío.
Él asintió con la cabeza y suspiró, acercándose a la puerta. Tiré de su mano atrayéndolo hacia mí y lo besé fugazmente. Ambos corrimos a mi habitación, aunque yo antes cerré el salón de juegos con llave, por si acaso. Amelia tenía la llave de todos modos.
Cerré la puerta de mi habitación a nuestras espaldas y eché el seguro, para no ser interrumpidos.
Me acerqué a él y lo besé, acariciando su abdomen. Él puso las manos en mi cintura y fue bajándolas hasta mi trasero, levantándome y haciendo que enroscara las piernas en su cintura.
Besó mi cuello y me estremecí.
Mordí el lóbulo de su oreja y él empezó a andar hacia la cama, me sentó y yo me tumbé. Él se colocó sobre mí y me besó, mientras que con una mano se sujetaba para no aplastarme y con la otra acariciaba mi torso por encima de la ropa que usaba para el salón de juegos.
Dejó de besarme para quitarme la parte de arriba, dejando ver mi sujetador negro de encaje. Se acercó para besar mi cuello y con la otra mano acarició mis pechos, por encima del sujetador.
Puso las rodillas a mis lados y yo me incorporé sin dejar de besarlo, para que me quitara el sujetador.
Al ver que no movía sus manos, las agarré y las coloqué en mi espalda, sobre el cierre de mi sujetador, y él, con los dedos temblorosos me lo desabrochó. Yo bajé los tirantes dejándolos totalmente al descubierto y arrojé mi sujetador al suelo. Él me miraba con sus mejillas sonrosadas, las cuales amaba. Me acerqué a él y besé su mejilla, con besos húmedos, muchas veces.
Él rió y yo me uní a su risa. Nunca lo había escuchado reír, o tal vez nunca me había fijado en lo bonita que era su risa.
—Amo cuando te sonrojas. —dije, besando su otra mejilla. —Y cuando te ríes. —me deshice de la parte de abajo de mi atuendo, quedando sólo en bragas.
Acaricié su abdomen y rocé su miembro con la palma de mi mano. Gimió y apretó uno de mis pechos, haciendo que yo gimiera también.
Intercambié mi posición con él y lo recosté sobre la cama. Empecé a repartir besos húmedos sobre su abdomen hasta llegar a su vello púbico. Lo miré, y él me miraba a mí.
No me agradaba hacer lo que haría ahora, pero lo haría de todos modos siendo él.
Deslicé mi lengua a lo largo de su miembro y gimió. Lo hice de nuevo, pero de arriba a abajo, escuchándolo gemir. Y terminé metiéndomelo en la boca.
La verdad era que las veces que lo había hecho me había resultado asqueroso, pero ahora ya no. Con él no, y más si cada vez que lo hacía gemía de ese modo.
Acaricié su glande con mi lengua y él gimió de nuevo. Bajé más mi cara, y deslicé la lengua por sus testículos. Los succioné y él gimió de nuevo, más fuerte. Los testículos eran uno de los puntos más sensibles.
Subí directamente a por sus labios y él me acarició el trasero, el cual sólo estaba cubierto por mis bragas.
Empezó a deslizarlas hacia abajo y yo lo ayudé, apoyándome en mis manos para no caerme sobre él mientras se deshacía de la última prenda que cubría mi cuerpo.
Bajó bajo mí, de modo que yo estaba sobre él, pero su cabeza ahora estaba en mis pechos. Los besó y yo gemí. Y siguió deslizándose hacia abajo mientras mantenía sus manos en mi cintura, dejando besos por todo mi abdomen, bajando hasta ahí, y plantó un beso en mi vientre, justo encima de mi parte más íntima, enviando olas de calor a través de todo mi cuerpo.
Y sentí sus labios húmedos ahí abajo, besando la parte más íntima de mi cuerpo. Gemí y miré hacia arriba, alzando la cabeza ante el placer que me daba sentir su calor. Sentí su lengua en el medio, empujando y acariciando.
—Zayn. —gemí, y Zayn succionó allí haciendo que me estremeciera.
Subió de nuevo y acaparé sus labios, devorándolos. Acaricié su lengua e invadí su boca, queriendo explorarla entera.
Gimió en mi boca y empecé a masturbarlo, despacio, logrando que gimiera en mi boca.
—Willa. —gimió. Y me encantó que gimiera mi nombre. Y la necesidad empezó a comerme. La necesidad de sentirlo, dentro de mí.
—Zayn. —susurré, y besé su cuello. Alargué la mano para coger el condón y él me sonrió al verlo. Me senté sobre sus piernas, abrí el sobre y se lo coloqué con delicadeza, haciendo que gimiera de la expectación.
Lo besé una vez más y me hice a un lado, para intercambiar posiciones de nuevo. Se colocó sobre mí y me besó. Abrí las piernas dejándole espacio y se colocó sobre mi entrada, mordí mi labio inferior y empezó a entrar. Al principio dolía, pero ese dolor acabó siendo sustituido por un placer inimaginable.
Y cogimos el ritmo. Ambos empezamos a movernos, él entraba y salía, y yo me movía junto a él, profundizando para sentirlo más dentro, hasta que mis músculos se tensaron y exploté, junto a él.
Él cayó a mi lado, respirando entrecortadamente, y la habitación quedaría en silencio si no fuera por la respiración agitada de ambos.
Giró su cabeza para mirarme y me sonrió. Sentí su mano acariciar la mía y entrelazó nuestros dedos.—Te... Te amo, Willa. —susurró, con temor e inseguridad bailando en sus ojos. Temor a que lo rechazara, a que le dijera que no.
Pero después de lo que acabábamos de hacer estaba segura de algo.
—Te amo, Zayn. —susurré.
Estoy segura de que te amo...
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BDSM | Zayn Malik
Fanfiction[Autora: Sandra M.P.] [NO COPYRIGHT 2015.] [+18] Historia re-subida de mi antigua cuenta, corregida. El BDSM es un arte, el arte del dolor. Hay gente a la que le encanta. Hay gente que necesita sentirlo, o producirlo. Hay gente que necesita lleva...