Capítulo 26

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Los policías se abalanzaron encima de Liam, reduciéndolo, y yo me arrodillé junto a Zayn.

—Zayn. —dije preocupada. Su pecho sangraba mucho.

—Estoy bien. —logró decir, haciendo muecas de dolor.

—¿Estáis bien, chicos? —uno de los policías se acercó a nosotros.

—Le han disparado. —dije yo agarrando la mano de Zayn, y él la apretó fuertemente.

—Que alguien llame a una ambulancia. —dijo yendo junto a sus otros compañeros, corriendo.

—Aguanta, mi amor. —susurré besando su mano.

—Bueno, si soporto esto podré soportar otras cosas. —rió, y yo reí junto a él. Hizo una mueca de dolor y apretó más fuerte mi mano. Sabía a qué se refería, y también que lo decía en broma. Era bueno que bromeara en tal situación intentando distraerse.

—Ahora viene la ambulancia. —dijo el policía.

—Aguanta. —susurré, y él asintió con la cabeza.

—Duele mucho. —cerró los ojos con fuerza y se tensó, apretando la mandíbula.

—La ambulancia está en camino. —susurré, apretando su mano. Movió su cabeza asintiendo, sin abrir los ojos.

—¿Puedes besarme? —pidió, y lo hice. Uní sus labios con los míos, y segundos más tarde se escuchó la sirena de una ambulancia.

Unos hombres bajaron, colocaron una camilla y lo movieron, y entre tanto movimiento solté su mano.

—Zayn. —dije, buscando su mano.

—Willa. —sonó alarmado, y por fin encontré su mano.

—Estoy aquí. —susurré, y su mano se aferró firmemente a la mía.

—No me sueltes, por favor. —susurró, y yo negué.

—No.

Subieron su camilla a la ambulancia, y en ningún momento solté su mano.

—Willa. —dijo con la voz quebrada, y yo me acerqué a él para escucharlo. —Si me muero quiero que seas feliz. —un nudo subió a mi garganta, y mis ojos empezaron a humedecerse.

—No. —mi voz se quebró. —No vas a morir, Zayn. —desconocía a la chica que hablaba ahora, tan rota.

Sollozó y se mordió los labios, haciendo una mueca de dolor. Apreté más su mano y bajé la mirada, incapaz de mirarle a los ojos de ese modo. Yo nunca lloraba, debía ser fuerte, como siempre había sido. Lo dominaba todo, me gustaba hacerlo, controlarlo todo, pero esa vez había perdido el control.

—Willa... —susurró. —¿Estás llorando? —preguntó con la voz quebrada. Sollocé sin poder evitarlo y alcé la mirada, asintiendo con la cabeza. 

—Sí. —dije con la voz quebrada. —Y como te mueras te juro... Te... Te juro que voy a revivirte sólo para castigarte, ¿me oyes? —la voz me temblaba y a ratos me salían pequeños sollozos. Él rió y una lágrima bajó por su mejilla. 

—Te amo. —susurró.

—Te amo. —dije con la voz quebrada.

—Ya hemos llegado. Rápido, está perdiendo mucha sangre. —dijo uno de ellos.

Abrieron las puertas y bajaron la camilla en la que estaba Zayn. Yo sujetaba su mano a duras penas, corriendo junto al personal sanitario, intentando no soltarle la mano.

—Señorita, no puede pasar. —uno de ellos me frenó, y su mano soltó la mía.

—Pero necesito ir. —dije.

BDSM | Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora