Capítulo 23

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Zayn estaba atado en el medio de la sala, sobre la plancha, con las piernas abiertas lo máximo que podía, los brazos cruzados sobre su cabeza y su cuerpo levemente alzado por la cintura, de modo que podía introducir el dildo eléctrico en su interior. Y no podía moverse, porque tenía los tobillos atados a la plancha.

Y yo, cómo no, iba vestida con mi atuendo, y Zayn llevaba el collar.

No quería hacer esto, pero él lo había pedido, y yo quería satisfacerlo.

Del mueble, traje los electroshocks, que hacía mucho que no usaba. Creo que los usé más con Liam que con nadie. Eran unos electroshocks que se colocaban en los testículos, y no eran tan potentes como para causar daños internos, pero era extremo. Y después estaba el dildo eléctrico, el cual emitía shocks, pero no tan fuertes, de hecho, flojos, para estimular el interior.

Coloqué una de las tiritas en sus testículos y dejé la caja para controlar la intensidad a su lado. Lo encendí y gritó, apretando los puños. Le dolía, y lo sabía. Y a mí también.

—¿Suficiente? —dije, bajando la intensidad.

—No. —dijo como pudo. —Más fuerte. —pidió.

—Zayn...

—Más fuerte. —me interrumpió.

Apreté la mandíbula y subí la intensidad, haciendo que gritara y apretara los puños, haciendo que se le marcaran las venas. Era la máxima intensidad. Dime que pare, por favor.

—Más. —gritó.

Y me vi obligada a darle lo que pedía. Encendí el dildo eléctrico y lo introduje lentamente en su interior.

No disfrutaba haciendo esto, no. 

—Más fuerte. —sollozó.

Y no pude más, al ver las lágrimas bajando por su rostro.

Apagué el electroshock de golpe y saqué el dildo de su interior. Su respiración estaba agitada, y su cuerpo relajado, su rostro cubierto de lágrimas y sus ojos oscuros.

—¿Por qué paras? Sigue. —me dijo.

—No. —negué yo firmemente.

—Me dijiste que...

—¡Me importa una mierda lo que dije! —grité interrumpiéndolo. —¡Tú eres mi sumiso y yo soy tu ama, yo te controlo y tú obedeces! ¡Y si yo quiero parar, paro! ¡Entiendes? —le grité, y él afirmó con la cabeza, asustado.

Acaricié sus genitales y me alejé con el dildo y los electroshocks para dejarlos en el mueble. Zayn no decía nada, y lo único que escuchaba era su respiración agitada.

Me acerqué a él y lo desaté, haciendo que se quedara sentado en la plancha, mirándome fijamente, pero yo no lo miré. Entré en el armario, me puse mi ropa y al salir, Zayn estaba frente a mí, desnudo y con el collar puesto.

—¿Qué haces? —me preguntó.

—Me voy a mi habitación. —dije seriamente. Pasé por su lado y cerré la puerta a mis espaldas.

Entré en mi habitación y me puse directamente el camisón. No tenía hambre, se me había quitado después de todo lo que había ocurrido. Me metí en la cama y cerré los ojos, dando una respiración para intentar relajarme.

Liam, Zayn... Buff...

Di otra respiración y coloqué las manos sobre mi barriga, entrelazadas. Ahora mismo, necesitaba calmarme y dormir. Mañana sería un nuevo día.

***

Me desperté sola, había acabado el sueño, giré mi cabeza y me fijé en que Zayn no estaba a mi lado. Fruncí el ceño y me senté, y vi una figura en el suelo. Me asomé y parpadeé.

BDSM | Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora