17. Una vida a cambio de otra

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Kohaku estaba embarazada... Kohaku estaba embarazada... Kohaku estaba embarazada. La mente de Stan hizo eco de esas palabras una y otra vez, mientras todo a su alrededor dejaba de existir. Podía escuchar una voz femenina como un murmullo detrás de él, sentir la presencia de sus subordinados a su alrededor, pero todo parecía lejano, el tiempo se había detenido. Las motos se seguían alejando a una velocidad real, ya eran puntos negros a lo lejos, y entre esas motos estaba amordazado su mejor amigo, y la rehén que se había convertido en su amante, y ahora llevaba dentro de ella a un hijo, ¿su hijo?

Lo único que lo volvió a la realidad, fue ver pasar por encima suyo al avión de combate que pilotaba Leonard, tal como habían acordado en la última estrategia de ataque. No iban a herir a Xeno, pero la sola posibilidad de que ese ataque pudiera lastimar a Kohaku, y la nueva vida que llevaba dentro y que podía estar conectada con él, hizo que de forma instintiva acercara velozmente su mano a la pistola que había enfundado un minuto antes. Pero antes de que pudiera sacarla y apuntar a su propio aliado, vio cómo el avión comenzó a soltar un humo negro, y se estrelló y rodó violentamente contra el piso. El resto de su equipo corrió a socorrer a sus compañeros, pero él siguió ahí, de rodillas, hasta que Charlotte apoyó una tímida mano en su hombro.

- ¿Capitán Stanley? ¿Se encuentra bien?

¿Si se encontraba bien? Ni él mismo lo sabía, ni le importaba, solamente podía pensar en la compleja situación y realidad en la que se encontraba. Él, o Xeno, habían embarazado a Kohaku en esa única noche que cada uno había intimado con ella. Desde un principio sabía que podía ser arriesgado hacerlo sin protección, por más que hubiera tomado la precaución de reducir bastante las probabilidades, pero evidentemente no había sido suficiente. Era tarde para lamentarlo, ciertamente había sido irresponsable dejarse llevar por sus deseos, y no podía hacer nada para remediarlo. ¿Cómo se habría tomado Kohaku la noticia? ¿Y Xeno? La última vez que había hablado con él, tenía una actitud completamente negadora hacia la joven, y lo único que podía pensar en ese momento de su amigo era que de pronto saberse responsable de un futuro bebé no iba a ser la noticia más agradable y fácil de aceptar para él.

- Capitán... Capitán Stanley –repitió Charlotte, insegura.

Se giró para mirar a su subordinada, irritado de que interrumpan sus prioritarios pensamientos, y ella pareció empequeñecer frente a su fiera mirada. De pronto se dio cuenta que estaba de rodillas, y se puso de pie. Volvió a la realidad una vez más, analizando la situación: Los enemigos los habían burlado y se habían escapado completamente, habían boicoteado el avión sin que nadie se percatara antes, y alcanzaba a ver que sus hombres estaban ayudando a Leonard y el otro soldado a volver, aparentemente sin estar heridos de gravedad.

- Recuperen el avión, y vuelvan al barco –ordenó, y se fue sin decir más.

Dio media vuelta y se fue a la orilla. Quería tomar un bote y volver inmediatamente al barco, pero tenía que esperar a los demás, por lo que se sentó en la arena, apoyando la espalda contra lo que quedaba de la carcasa del barco de Xeno, y se encendió un cigarrillo, fumando mientras se pasaba una mano por el pelo, nervioso. Tenía que recuperarlos urgentemente, a los dos...tres... ah, mierda. Recordó amargamente, como una burla del destino, que parecía que su imprudente pensamiento se había materializado. Luego de ese improvisado momento de pasión al amanecer en el último vuelo que había hecho con Kohaku, había dejado su mente vagar y considerar la posibilidad de apartarse de todo ese nuevo mundo, "escapar" con ella y hacer una nueva vida, sólo viviendo como un hombre más. Hasta había bromeado consigo mismo el hecho de dejar un buen linaje de descendencia, ante la obvia realidad de que una vida sexual activa en ese mundo, tarde o temprano iba a tener su consecuencia biológica. Pero no esperaba que se hubiera vuelto realidad tan pronto, con tan poco.

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