Xeno no pensó que iba a seguir sintiéndose tan irritado todo el día, ni parte del día siguiente. Admitir que le había molestado profundamente el comentario de esa joven era además un golpe a su orgullo. Estaba construyendo el más grande imperio científico del nuevo mundo, custodiado por la élite militar más fuerte y destacada del continente, habían logrado avances arquitectónicos, tecnológicos, científicos y armamentísticos como seguramente nadie en el mundo de piedra... y le picaba que una aldeana ignorante le dijera que sus bases morales eran las mismas de aquella gente con la que luchó cuando estaba en la cumbre científica mundial.
Quería demostrarle que estaba muy equivocada, pero al mismo tiempo tomarse las molestias de contradecirla era darle demasiada importancia a una rehén. Aunque si el plan era que ella formara parte de sus fuerzas, si alguna vez accedía, pensarla como rehén tampoco sería correcto. Tal vez podía hacer algo como lo que le sugirió Stan, un "regalo científico" para apaciguarla y entretenerla. No tenía nada de lo que disculparse, más bien él se sentía como el ofendido, pero si le daba algo así, podría lograr que la cooperación de ella sea más agradable para todos. El problema era QUÉ hacer. Re-invenciones científicas que maravillarían a la sociedad le sobraban, un científico las apreciaría enormemente, pero ella no era del tipo intelectual. Lo que más parecía disfrutar en su vida era la lucha y el entrenamiento, pero no podía darle armas, al menos no mientras fuera una enemiga, y menos una como ella con tantas ansias de escapar de allí.
¿Qué podría mejorar su calidad de vida? Tenía decentes comodidades en esa habitación que le dieron, tenía el descanso, higiene y comidas aseguradas, lo primordial para cualquier humano y para alguien que venía de una vida primitiva medio salvaje. Sí, podría consentirla con alguna comida especial que no conociera, ya que parecía disfrutar de eso, pero no sería un despliegue científico "emocionante" o divertido. No sabía lo que le gustaba o la emocionaba a ella, ni iba a preguntárselo, no por ahora al menos. Entonces... tenía que ser algo entretenido, inocente, pero con bases científicas. Era un maldito regalo, no una exposición tecnológica. Sabía que la estaba subestimando, pero trató de pensar en qué cosas emocionaban a los jóvenes, y para colmo a una mujer, tenía menos idea sobre eso aún. Creía recordar que ella tenía buena vista, podría darle uno de los binoculares que había hecho para exploración... pero tampoco había mucho que observar desde su habitación. Por ahí podía estar la respuesta, sin embargo.
De pronto todas esas últimas ideas convergieron en una imagen, algo que podía considerarse un "juguete", pero ciertamente con bases científicas, y uno que él había pasado horas disfrutando cuando era chico. Definitivamente era elegante y llamativo, y podía entretenerla mientras no tuviera mucho que hacer, tenía infinitas posibilidades y nunca sería dos veces igual... sí, ya lo tenía. No era nada difícil de hacer, aunque no podía pedirle a Brody o a nadie más que lo hiciera por él, así que tendría que hacerlo él mismo. No le tomaría más que un par de horas, podría tenerlo listo ese mismo día. Pero sí tendría que hacer una sigilosa visita por el taller del mecánico para conseguir todos los materiales, y ese era el momento indicado ya que a esa hora Brody estaba ocupado con la construcción del submarino, por lo que se dirigió ahí inmediatamente.
Pero se detuvo a medio camino, preguntándose cómo podía ser que estaba por perder el tiempo en hacer algo como eso para la chica, y lo que era peor, se dio cuenta lo fácil que había cedido a la idea de Stan, y que estaba yendo a hacer ese "regalo" con toda la naturalidad del mundo, incluso con un ligero entusiasmo. Aunque sabía que esas ganas venían más bien de hacer algo con base científica, y no por otro motivo, pero el hecho de reconocer su motivación en algo tan banal e inocente... se sintió como si le hubieran hecho una trampa, destinada a que reviva la "emoción" de la invención desinteresada, sin objetivos de conquista y de dominación, un objetivo totalmente irrelevante e ingenuo para el mundo que pretendía construir. Si con eso lograba volver a tener la cooperación de la aldeana, sería un pequeño precio que pagar en comparación con toda la información que seguiría obteniendo. Satisfecho con ese pensamiento, siguió su camino.

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Cautivos
RomanceKohaku es atrapada por Stanley Snyder mientras vigila con Chrome, y queda como rehén en el castillo del Dr. Xeno y los demás. Pero ella no va a vender a sus amigos, y Xeno y Stanley no van a soltarla hasta conocer sus secretos. Pero empatizar demasi...