33- Cambio de planes

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Tres años habían pasado desde la boda, dedicados arduamente gracias al trabajo conjunto de todos al avance de la construcción del cohete, ya tenían todos los materiales necesarios. A la par, fueron necesarios otros avances tecnológicos para comunicarse de forma más eficiente con las ciudades científicas que habían sido reestablecidas gracias al equipo de Senku y Ryusui en el Perseo, por lo que designaron un grupo para volver a recorrer los océanos, y echar allí los gruesos cables submarinos hechos de aleaciones de metales y elastómero de eucommia que habían hecho. Eso permitió la vuelta del internet, y con ello y pantallas de televisores, finalmente pudieron conectarse con los científicos e ingenieros de todo el mundo. Gracias al trabajo en conjunto, aceleraron la construcción de partes del cohete, así como hicieron sus propias embarcaciones de transporte.

Xeno y Senku estaban más que satisfechos del avance del proceso, un cohete de esas dimensiones podía haberle tomado entre cinco y diez años a la misma NASA, por lo cual la ventaja de trabajar a la par con los mejores técnicos e ingenieros espaciales fue el factor decisivo. Aunque no estaba en los planes iniciales, tomaron la decisión de revivir también a todo el plantel profesional de lo que antes era Roscosmos, en Rusia, por lo que se centraron en despetrificarlos en las ciudades de Moscú y de Koroliov. También, bajo el ala del Dr. Xeno, revivieron a muchos otros científicos aeroespaciales de las ciudades de Cabo Cañaveral, Houston, Huntsville y Pasadena, sede de las principales agencias de la NASA. Y en Japón, tierra de JAXA, hicieron lo mismo con los centros de Chōfu, Noshiro y Kakuda, de los cuales estos últimos dos se especializaban en el desarrollo de motores de cohete.

Una vez designado a qué parte de los cohetes se dedicaría cada centro espacial, y llevados los materiales necesarios en la flamante flota de barcos Nanami que el joven marinero se encargó de ponerles la firma, comenzaron la fabricación a gran escala. En primer lugar, hicieron unos prototipos de cohetes antes de dedicarse a la versión final, ya que era probable que tuvieran que hacer muchos ajustes para que el lanzamiento fuera seguro y exitoso. Así se dio, un trabajoso "prueba y error" en los que los cohetes fallaban o explotaban, les tomó muchos intentos, hasta que lograron poner uno de los pequeños prototipos en órbita.

Con esa base, se encargaron de construir un satélite, de forma de poder explorar por primera vez el espacio, y con ello la superficie lunar, donde Kohaku alcanzó a observar un manchón oscuro y sospechoso, sobre el cual se dedicó a mantener una vigilancia visual hasta que confirmó que había percibido un mínimo cambio de forma. Eso proveyó de un gran alivio y esperanza a los científicos, el saber con precisión dónde estaría seguramente el Whyman, la Luna era un territorio demasiado extenso para recorrerlo sin ese filtro, ni que hablar de los recursos necesarios para mantener vivos a los astronautas allí, tendrían que hacer ese viaje con la mayor eficiencia posible.

Organizado todo eso, comenzaron las pruebas de astronauta. La capacidad del cohete sería para solamente tres personas, por lo que deberían considerar un científico, un piloto y un guerrero. Si bien hicieron igualmente las pruebas para todos los que se animaran, lo cual fue muy motivador para todos, los resultados fueron bastante predecibles. El científico iba a ser sin dudas Senku, ya que Xeno era el único y el mejor que podía apoyar y controlar logísticamente desde la base terrestre. Entre los guerreros destacaron Tsukasa y Hyoga, además de Kohaku, aunque ella lo hizo solamente por diversión. El castaño fue el elegido, tomó ventaja ampliamente del lancero. Por último, los pilotos que compitieron fueron Stan, Ryusui y Charlotte, y si bien estuvo reñido por momentos, Stan fue el implacable ganador. Además, tenía la ventaja de que era un excelente guerrero y el que tenía mejor puntería, por lo que su participación era crucial por la doble ventaja que representaba, y lo definió con varios tiros acertando al blanco desde distintas distancias.

Ryusui admitió su derrota de buena gana, aunque eso no impidió que insistiera constantemente a Stan para que hicieran desafíos de vuelo juntos, para mejorar sus habilidades y ofrecerse como soporte de la misión, el marinero se negaba a quedar fuera.

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