Capítulo 21: Aquí vamos

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(Peter's POV)

No es usual verla tan distraída. Me dan ganas de ver hasta dónde va a caminar con la cabeza en las nubes. Si la transporto a algún lugar ¿se daría cuenta? ¿Qué tal si la hago caminar por un barranco? Eso es definitivamente tentador.

—Si, estoy feliz. —Sonríe.

—Eso parece ¿alguna razón en particular?

—Por el momento, no. —Es claro que se refiere a lo de esta noche. No parece dejarlo salir tan fácil.  Sé lo que planean en su totalidad. Aunque ellos creen engañarme, tengo la certeza de que ella sintió mi presencia. —¿Tu no tienes nada que hacer?

—Nop.— acomodo mis brazos detrás de la cabeza y me reclino un poco en ellos. — Eso es lo que significa ser el rey de este lugar. Lo sé todo y no necesito preocuparme de nada dentro de estos territorios.

—Debe ser bastante aburrido.

—Por eso estás aquí. —O al menos eso piensa Sombra. Mis palabras parecen hacerle efecto y se detiene abruptamente.

—¿Soy tu juguete? —Puedo sentir su desprecio. Mi burla no le ha caído nada bien.

—Tal vez.

Bajo del árbol y me pongo a su lado. Ella retoma el paso y no vuelve a decir nada. Caminamos hasta llegar al estanque.

—¿Porqué siempre vienes aquí? —Pregunto con la voz de un niño pequeño que solo quiere molestar.

—No lo sé. Caminé sin pensar, solo querer conocer el lugar.

Ella no reacciona, es demasiado aburrido que no pelee conmigo. Una gran idea viene a mi cabeza para divertirme.

Transporto al Espectro a unos centímetros sobre el medio del estanque y la dejo caer.

—¡Joder!

Es lo único que alcanza decir antes de hundirse en el agua. Río a carcajadas ante su reacción. Cuando vuelve a salir su cara solo demuestra enfado e irritación.

—¡¿Qué rayos, Peter?! —Su cabello empapado se pega a su cara.

—Dios mío. —trato de calmar un poco las risas para responder pero es imposible. Eso fue demasiado divertido. —Espera, espera. — Limpio unas cuantas lágrimas y me sofoco en las risas.

Sin poderlo evitar, siento una gran fuerza que me golpea enviándome al suelo. Aun así no puedo parar de reír y me tomo el estómago.

—¡Maldito bastardo! —No puedo resistirme a sus jaloneos. Sé que me lleva al estanque pero no puedo oponerme por las risas. — ¡Jódete! —Grita a la vez que me lanza con todas sus fuerzas al agua.

Logro transportarme en el momento justo y caer al suelo firme. Sin embargo, no controlo donde caigo y solo puedo sentir a mi cuerpo dejarse caer sobre el Espectro. Su expresión de irritación solo puede darme más risa.

—¡Eres horrible!

—Gracias.

—¿Al menos podrías quitarte? —Se revuelve en el piso tratando de salir de debajo de mi pero al no conseguirlo se rinde. —Pesas más de lo que aparentas.

—¡Oye! —Le reclamo con un exagerado disgusto.—Tú eres muy débil. Me alimento lo necesario para ser fuerte. Una débilucha como tu no lo entendería.

—Dios mío... ¿No me digas que eres como una chica obsesionada por su peso? —Suelta a reír en carcajadas.

—¡No es cierto! —Me levanto en seguida para encararla.

Sick BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora