( ____ POV'S)
Después de que Peter se fue (si, voy a llamarlo así porque me harta no tener un nombre.), encuentro mi mochila en uno de los rincones de la cabaña.
La tomo y la reviso. No le han hecho nada. Solo tiene raguños por los tantos cuchillos de los que me ha protegido.
Luego de colgarla al hombro, tomo el pomo de la puerta, pero está atascada. Solo hasta que la derribo de una patada, claro.
Los chicos que merodean la casa se voltean asombrados. No les tomo importancia y salgo de la cabaña como si nada. Apenas visualizo el campamento camino directo a el.
Los "guardias" me siguen a poca distancia, prudente pero poca. No dicen nada solo me siguen con curiosidad.
Llego y todos se me quedan viendo, algunos con temor, otros con asombro, unos con diversión y por ultimo con ira. Pero no importan. Pero ellos no deben saber eso. Peter no está, es una ventaja.
-¿Qué? - respondo lo más normal posible. - ¿Tengo algo en mi cara?
Nadie habla, hay un completo silencio.
Un pequeño levanta su mano, atrayendo la atención de todos los presentes, incluyendo la mía.
-Tu... ¿Vas a lastimarnos?
Su voz se quiebra del miedo y eso, en parte, me recuerda a como era yo amtes de las calles, pero no debo dejar que me afecte, yo era una niña débil y tonta. Igual que él.
-Claro que no. -El chico me interrumpe.
-Pero tu...
-Se lo que hice. -Genial, ahora tendría que inventar una excusa confiable. -Yo...
- _____ ?
Agradezco ser interrumpida de nuevo, pero me extraña el chico que me ha llamado por mi nombre real, me altero.
El chico sale de la multitud de los otros. Mis pulmones expulsan todo el aire. Esto no puede ser. Pero sus ojos acaramelados son únicos, y están aquí.
- ¿Darren?
Mis ojos empiezan a aguarse, esto es imposible. Darren no puede estar aquí. Carajo.
- ¡_____! ¿Qué haces aquí? Dios, no puede ser verdad.
Corre hacia mi con sus brazos abiertos y en cuestión de segundos me tiene entre sus brazos. No reacciono al instante, pero lentamente voy cerrando mis brazos a su alrededor.
Tiene ropa igual a la de los otros chicos, su cabello castaño claro está más largo de lo que recuerdo, y es más alto que la ultima vez que nos vimos.
-Darren... - Empiezo a sollozar.
-Shhhh. - Me acaricia el cabello con sumo cuidado, como cuando eramos pequeños y yo llegué a las calles. -Tranquila, todo va a estar bien. Estarás bien.
Lloriqueo un poco en sus brazos antes de recordarme que todos nos están viendo y separarnos un poco, pero no por completo.
-Darren ¿Cómo es que tu...?
Deja salir una sonrisa ladeada que, recuerdo a la perfección, la hacía cuando yo preguntaba cosas tontas, como la inocente que era.
-Primero dime, ¿Cuánto tiempo ha pasado?
-Un año y medio.
-Entonces es cierto que el tiempo aquí transcurre diferente.
-¿A qué te refieres? -Frunzo el ceño.
-Bueno, este lugar no es precisamente normal...
-Si, ya me di cuenta. Ese chico que se cree Peter Pan, me habló de cosas mágicas y no sé que más.
Libera una leve risita incómoda que me da mala espina.
-_____, ese sí es Peter Pan, y sí estás en Nunca Jamas. También hay magia.
Me debato entre creerle y no. Caigo en la cuenta de que puede ser una clase de engaño para probar si creo o no. Necesito que crean que si lo hago.
Pero es imposible que estoy sea una mentira, se siente tan real. Él se siente real.
-Necesito algo, antes de que pueda creerte.
-Claro.
-Dime algo que solo Darren diría. O algo que solo él recuerde.
-Oye, no hables como si fuera otra persona. - Me regaña. -Además, si fuera otra persona bien sabría tu nombre real.
No se bien que responder, tiene un punto.
- Recuerdo cuando llegaste. Eras una niña muy tímida, totalmente diferente. No tenías una mata de cabello como si un unicornio te hubiera vomitado encima.
-Dime mi color natural. Con eso te creeré lo suficiente para saber que eres tu.
Mis palabras lo lastiman, me doy cuenta de eso por su ceño fruncido. Deja caer sus manos a los costados con pesadez y se aleja un poco.
-Lo tenías negro. Como la noche o el carbón. - Sonríe ante el recuerdo. - Lo odiabas, o creo que todavía, por algo te lo pintaste. Era divertido molestarte, en la noche desaparecías por completo. Eras mi espectro.
-Mierda, si eres tú Darren.
Vuelvo a abrazarlo, esta vez con más seguridad. Maldición, cómo lo extrañé. Ya no me importa que me estén viendo, con Darren, no me importa.
-____ dime cómo llegaste.
-No lo sé. Llegue a mi apartamento y me dieron en la cabeza.
-Sombra...
-¿Qué? ¿El de Peter Pan?
-Si, ya te dije que es real, pero sé que no me crees. Al fin y al cabo, yo te enseñé a ser así.
-Te creo, Darren.
Una sonrisa se extiende por su rostro, lo que impulsa a la mía. Nada de salvajismo.
-Chicos, - llama a los otros. - les presento a la nueva niña perdida. Mi hermana por adopción, y ahora hermana de ustedes.
Todos comienzan a vitoriar, bueno no todos. Algunos siguen mirándome con rabia.
-Ven. - me toma del brazo y me lleva al centro, donde una fogata fue apagada no hace mucho, y me sienta en un tronco, junto a otros. - Debes comer. Tienes mucho tiempo sin ingerir nada.
Comienzo a hablar con Darren de lo que ha pasado y me entero de la razón por la que había desaparecido. Tal parece la tal sombra es una maldita rapta niños.
Los otros chicos comienzan a acercarse y hablar como si fueramos algo. Como una familia. Una que va a ser traicionada muy pronto, en cuanto descubra la manera de salir. Ahora, con Darren.
Todo era genial. Hasta que alguien, que por el momento es la persona que menos simpatizo, se hizo presente.
-¿Que alguien me explique qué carajos está pasando aquí?
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Sick Boy
Hayran KurguUna chica tan cruel como nadie más, que no se deja manipular por nadie. Un chico egocéntrico e irrespetuoso, acostumbrado a ser el rey de todo. Una curiosa reacción cuando la vida de ambos se crucen y tengan que convivir. Descubrela de primera mano.