Sick Boy

Capítulo 11: Espectro VS Mallitas

(Peter's POV)

Maldita sea. Nadie responde a mi simple pregunta y eso me hace enfurecer más.

—¿Qué nadie tiene capacidad de hablar ahora?— Más silencio. —¿O es que se las ha cortado el ratón? Talvez, no un ratón. Talvez un espectro.

Veo la leve tensión que aparece en los ojos de la nombrada pero el chico a su lado pone su mano en su brazo para tranquilizarla. Gruño de nuevo.

—Veo que alguien hizo su tarea.

El espectro no se digna a voltear ni mirarme como es debido. Me ignora.

—¿Tienes algún problema con ella? —Se levanta el chico a su lado.

Es un nuevo, pero ya es para que supiera que no puede desafiarme.
Mucho menos defender a mi enemigo.

Me acerco amenazante y lo empujo de los hombros, trastabilla pero no cae ni se mueve.

—Parece que alguien no conoce bien las reglas. No me cuestiones.

—Repito: ¿Tienes algún problema con ella, Pan?

No puedo dejar que me reten, y es justo lo que está haciendo este chico insolente. Necesito convencer a los demás.

—Ella asesinó a un niño perdido, nos atacó y...

—¡Ella se defendió!— Me interrumpe a gritos. — Ella tuvo que defenderse por que nosotros la atacamos primero. No nos preocupamos por saber quién era o sus intenciones.

—Y dime: ¿Tu sabes sus intenciones?

—Sé que para entrar a Nunca Jamás tienes que ser invitado por Peter Pan o su sombra.

—Pues, claramente, no tiene una invitación de mi parte o de Sombra. —Miento. —¡Ella es una asesina!

—¡Ella no asesinó a Chuck! ¡Tu lo hiciste! —Me sorprende su tenacidad. — ¡Ella nunca lo lastimó! Lo usó de escudo para que no la lastimarán. Pensó que no le haríamos daño a uno de los nuestros ¡pero se equivocó!

—¡Cállate! —Le ordeno.— O talvez, quieres pasar una semana sin comer ni ver la luz.

El chico se calla pero ya ha hecho daño. Luego me preocuparé de eso.

—Espectro. —La chica levanta la mirada pero sigue ignorandome. —Ven. Ya.

—Bueno, chicos, — Maldición, aun se atreve a ignorarme, es muy valiente. — es hora de hablar con el Pan. Regreso en un rato.

¿Qué demonios? Ella se cree que va a regresar y ahora les habla como si los conociera de toda la vida. Yo los conozco de toda su vida.

Nos transporto a la isla calavera, tengo que hablar de unas cuantas cosas con el espectro y este es mi mejor escenario.

—¿Pero qué carajos...?

—Te dije que esto era real.

—Sé que es real, pero que me... teletransportes no es precisamente la mejor manera de traerme aquí.

—¿En serio?

¿en serio cree en la magia?

—Si, imbécil.

Se acerca y recarga sobre una pared de la calavera. Susurra.

—Maldita sea, mínimo avisa a la proxima.

—¿Qué te hace pensar que habrá una próxima? —Intento intimidarla y levanto mi ceja.

—Genial, —Extiende sus brazos al aire. —Entonces caminaremos.

Gruño. Maldición, enserio, me quedaré ronco.

—Te traje para hablar contigo...

Trato de ser intimidante y misterioso, pero carajo cómo es dificil con esta chica rara.

—¿No jodas? ¿En serio? Yo creí que ibamos a nadar.

Estoy a punto de gruñir, pero evito hacerlo. Ignoro su comentario.

—Necesito hablar un tema muy importante...

—Por favor, no me pidas matrimonio. Aún soy muy joven.

Tiene una sonrisa burlona, creo que es la unica que tiene. Pone sus manos en la cadera y se inclina adelante.

—Bien, ya que veo que no podemos hablar bien, entonces esto tendrá que ser por las malas.

—Excelente, ya me había cansado de tanto parloteo inútil, mallitas.

—Tendrás que decirme lo que haces aquí y luego te dejaré en una jaula. O puede ser al revés.

—Quiero verte intentarlo, mallitas.

—¿Porqué Carajos mallitas?

—No te voy a decir... Porque no vas a entender.

—¿Me estás diciendo estúpido?

—No, no, no, no. —Niega repetidas veces con al cabeza, luego se detiene abruptamente —Bueno, si.

De nuevo ignoro su comentario.

—Entonces esto será por las malas: la jaula primero.

—Cariño, nunca podrás hacerme entrar a una jaula.

—Ya lo hice antes, no veo porqué ahora no.

La muy maldita venía preparada.

—Antes no lo hiciste justo, y tampoco ahora...

Se gira y esquiva a Sombra justo en el momento en que la iba a capturar.

—Vamos, mallitas, no puedes hacer el mismo truco dos veces.

Sus palabras salen cada vez con más veneno y sus ojos más fríos y oscuros.

—¿O es que acaso, el gran Peter Pan necesita ayuda de su Sombra para atrapar a un espectro?

—No la necesito. Sombra, largo. Yo me encargo de esta mocosa.

En vez de ofenderse, su sonrisa se hace más grande. Se pone en posición de ataque, igual que un fantasma, o en este caso, un espectro.

—Bien, entonces. Juega limpio. Mallitas.

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Hola, mis espectros.

Solo quería saber quién creen ustedes que gane esta batalla.

También quería saber sus opiniones sobre las canciones, si les parecen adecuadas, etc.

Ah, e invitarlas a leer mis otras historias. Voy a sacar una nueva llamada: The Fucking Queen. Si les gusta esta historia les encantará la otra.

Bueno eso es todo, espectros.

Grax, me despido.